El FC Barcelona sufrió este martes una dura derrota ante el Inter de Milán por la jornada 3 de fase de grupos de la Champions League.
Pese a llegar en varias oportunidades, los culés no pudieron concretar, y un gol de Calhanoglu puso el definitivo.
La anotación se dio el 45+2, cuando finalizaba la primera parte.
El Partido
Empezó el FC Barcelona dominando el esférico y con un Dembélé muy activo arrancando desde la banda derecha, buscando profundizar tanto por su carril como rompiendo al centro. Sin embargo, el francés solo conseguía eliminar rivales, ya que sus decisiones posteriores no eran nada acertadas. Poco a poco, el Inter fue sabiendo jugar en bloque bajo para tomar la decisión de irse arriba, robar en campo rival o salir a la contra, y crear mucho peligro.
En el minuto 23, el Inter pidió penalti por mano de Eric García. La infrancción del central era clara, pero la jugada fue anulada por posición antirreglamentaria de Lautaro Martínez. Se salvó el Barça por un pelo. Solo cuatro minutos más tarde, en el 27, otra vez el árbitro salvó a los de Xavi. Balón en profundidad para Correa que regateó a Ter Stegen y marcó. Sin embargo, estaba también en fuera de juego. A la tercera no perdonó el Inter, ya que Calhanoglu anotó un golazo desde fuera del área en el descuento del primer tiempo.
El Barça salió a la segunda parte sin haber sabido encajar el tanto de Calhanoglu del minuto 46. Xavi Hernández seguramente buscó una reacción en los suyos que no supo encontrar. Así pues, el Inter vivió tranquilo durante los primeros minutos hasta que Dembélé tuvo la mejor ocasión del choque. Disparo potente desde el costado izquierdo del área y entre Onana y el poste acertaron a despejar el tiro.
El intento del francés dio paso a una fase muy polémica del partido. El Inter había visto como le anulaban un gol por fuera de juego y no le pitaban un claro penalti por lo mismo, pero en la segunda parte fueron ellos los 'salvados'. Primero en el gol de Pedri que empataba el partido, anulado por una mano inocente y clara de Ansu Fati. Después, cuando no era decretada como penalti una mano de Dumfries dentro del área. El colegiado interpretó que el balón golpea primero en la cabeza del defensa a pesar de que corta el esférico con el brazo. El Barça se desesperó ante estas decisiones sin encontrar su juego y murió colgando balones al área.
MÁS INFORMACIÓN