"El trato de los homosexuales (en Qatar) es absolutamente inaceptable", denunció el ex jugador internacional y actual director de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Oliver Bierhoff, en una entrevista publicada este sábado.
La legislación del anfitrión del próximo Mundial, que criminaliza la homosexualidad, "no corresponde de manera alguna a mis convicciones", aseguró el campeón de la Eurocopa de 1996, que irá a Qatar como manager de la selección alemana, en una entrevista con medios del grupo Funke (que tiene sobre todo diarios regionales alemanes).
"¿Realmente cuáles son los criterios de la FIFA para atribuir un Mundial?", se interroga Bierhoff, considerando que "la atribución de un torneo es el arma más potente para provocar cambios indispensables".
Estos cambios, según el dirigente deportivo, "deben producirse antes de la designación del país y no después, porque dejas de tener un medio de presión".
La selección germana, que quiere ser un escaparate de los valores de una Alemania moderna, incluso más allá del fútbol, seguirá siendo un altavoz de reivindicaciones, según el dirigente de 54 años: "Creo que globalmente es bueno que continuemos hablando de estos temas extradeportivos, para provocar una toma de conciencia".
Los organizadores del Mundial han tenido muchas dificultades a la hora de convencer que los miembros del colectivo LGTBI que viajen para ver partidos del torneo a Qatar, de los 1,4 millones de extranjeros que esperan las autoridades del país del Golfo, podrán hacerlo de manera segura.
La preocupación fue en aumento durante el congreso que la FIFA celebró en Doha en marzo. Mientras la federación internacional aseguró que se permitirían símbolos de este colectivo (como la bandera arcoíris) en los estadios, las autoridades cataríes apelaron a los extranjeros a respetar su cultura "conservadora".
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