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Chelsea y Liverpool se hacen daño con empate Stamford Bridge (2-2)

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Los equipos del Chelsea y Liverpool, principales perseguidores del líder Manchester City, igualaron a dos en un encuentro eléctrico en Londres. Un doble pinchazo que deja muy de cara el título a un conjunto mancuniano que, de seguir así, podrá empezar a hacer cuentas en muy poco tiempo.

Con la victoria del Manchester City ante el Arsenal del sábado 1, ambos equipos sabían que sus últimas opciones (reales) de pelear por la premier pasaban por lograr el triunfo. Ello deparó un choque de ida y vuelta en el que las ocasiones se sucedieron sin descanso y que, de inicio, parecía sonreír mucho al Liverpool.

Y es que el cuadro de Jürgen Klopp, que no estuvo en el banquillo a causa del coronavirus, se adelantó pronto en Stamford Bridge gracias a un tanto de Mané, que aprovechó un grosero error de Chalobah al intentar despejar con la cabeza un balón por bajo para hacer el 0-1.

El tanto multiplicó las dudas de un Chelsea que llegaba con muchos problemas sobre el césped y fuera de él (con Lukaku fuera del duelo tras sus polémicas declaraciones). Pintaba a drama en Londres, sobre todo cuando Salah, en el minuto 26', realizó por la derecha una fenomenal acción para poner el 0-2 en el marcador.

El duelo estaba en el alambre, ya que un ida y vuelta, con esa ventaja 'red', podía transformarse en goleada, pero el campeón de Europa sacó lo mejor de sí para igualar el choque antes del descanso en un abrir y cerrar de ojos. Kovacic, con una volea espectacular, puso el 1-2 en el 42' y Pulisic, en el añadido y con una gran definición de zurda, puso el 2-2.

Lo visto en el primer tiempo anticipaba una segunda parte espectacular y los equipos no decepcionaron. Aunque con un ritmo algo menor que en el primer tiempo por el lógico cansancio, las ocasiones se siguieron sucediendo en el choque, con el Chelsea dominando algo más el encuentro.

Sin embargo, tanto 'blues' como 'reds' estuvieron bastante más faltos de puntería que en el primer acto, por lo que los intentos de Chelsea y Liverpool quedaron en eso, intentos que no se materializaron en goles y se tradujeron en el 2-2 que reflejó el marcador final.

Un resultado que quizá hizo justicia al espéctaculo visto sobre el césped y que, seguro, hizo sonreír a un Manchester City que aventaja ya en diez puntos al equipo de Londres y en once a la entidad de Anfield. Y es que cada partido que pasa, la Premier League se aproxima más y más al Etihad.

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