El Real Madrid tenía dos temporadas de no pasar de octavos de final, este año supero ese escollo y dice presente en la semifinal de la UEFA Champions League gracias al 3-1 conseguido el en juego de ida y el empate 0-0 de de hoy ante Liverpool.
El conjunto merengue se apoyó en la victoria de la ida en la capital española y supo contener los embates de los de Jürgen Klopp, quienes protagonizaron dos acciones de claro riesgo en el inicio del primer y segundo tiempo.
Thibaut Courtois se transformó en figura con sus intervenciones destacadas: tapó un mano a mano a Mohamed Salah al minuto de partido e hizo lo mismo, rápido de reflejos, en el arranque del complemento frente a Roberto Firmino.
La tónica del encuentro fue la esperada, con un equipo inglés necesitado de revertir la historia y que dominó a su rival tanto en posesión como en aproximaciones de gol. Sin embargo, su trío de ataque (Salah, Firmino y Mané) ni las asistencias quirúrgicas de Trent Alexander-Arnold alcanzaron para quebrar el arco blanco.
Del otro lado, Karim Benzema tuvo en sus pies la oportunidad de sentenciar la serie pero su remate raso dio en el poste durante la primera mitad tras una gran jugada individual. Vinicius Jr., gran responsable del triunfo en esta serie por su doblete en España, careció del brillo que requería su equipo para no sufrir.
Klopp movió el banco con el fin de aportarle mayor peligrosidad a su ofensiva mediante Diogo Jota y Thiago Alcántara, aunque los cambios no surtieron efecto.
Real Madrid, el máximo campeón histórico de la Champions, regresa a una zona conocida y definitoria e intentará llegar al partido decisivo en su cruce con Chelsea.
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