La delegación del Real Madrid fue recibida con piedras a su llegada al estadio de Anfield donde juega la vuelta de los cuartos de final de la Champions League frente al Liverpool.
A su llegada al reducto del conjunto inglés el autobús que trasladaba al plantel madridista fue apedreado.
Por suerte no hubo que lamentar heridos, más allá del susto que debieron sentir los jugadores y cuerpo técnico blanco al recibir el impacto de las piedras.
La prohibición de la UEFA de la presencia de público en el estadio inglés no impidió que los aficionados radicales se hicieran presentes en los alrededores causando destrozos en la parte central del autobús rompiendo algunas ventanas del bus.