El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha exteriorizado por primera vez en público su interés en que se lleve a cabo una reforma del negocio del fútbol.
"El fútbol necesita nuevas fórmulas que lo hagan más competitivo", ha dicho el también presidente de la constructora ACS durante la asamblea del club merengue. "Si ya era difícil mantener la competitividad, el impacto de esta pandemia nos obliga a hacer una reflexión más profunda porque ya nada volverá a ser igual. La pandemia lo ha cambiado todo, nos ha hecho más vulnerables, y el fútbol necesita nuevas fórmulas que lo hagan más competitivo, más emocionante y más fuerte", agregó.
"Los grandes clubes europeos tenemos la responsabilidad de luchar por este cambio. Un cambio que debemos afrontar por supuesto sobre la base de la solidaridad con el resto de los clubes", ha añadido quien, como informó este medio, lleva tiempo trabajando fuera de los focos en un proyecto de superliga mundial junto a la FIFA.
Florentino ha seguido los pasos del expresidente del Barça, Josep María Bartomeu, quien justo antes de dimitir como mandatario culé anunció que el club había empezado a trabajar con otros gigantes europeos en una superliga de poderosos que le permita recuperarse ante el impacto de la covid.
La pandemia ha relanzado el interés de Real Madrid y Barça en el proyecto de superliga europea, en el que venían trabajando entre bambalinas. Dicho proyecto, de 18 clubes, sería el base y se simultanearía con una superliga mundial cada dos/cuatro años.
En él subyace la presión de los grandes a UEFA para que ofrezca una alternativa de reforma de las competiciones que dispare los ingresos televisivos de los gigantes, sabedores de su capacidad de presión y alcance a nivel internacional, ante el impacto del coronavirus.
Se estima que la pandemia ha provocado un golpe de 5.000 millones de euros en las arcas del balompié. Tanto el proyecto que lidera Florentino junto a Liverpool, Manchester United y el banco de inversión JP Morgan (que se prevé posible a partir de 2022), como en el que trabaja la UEFA como alternativa (de superliga europea abierta antes de 2025), junto al banco de inversión inglés Barclays, apuntan a un préstamo inicial de 5.000 millones de euros. Sendos proyectos confían en relanzar el negocio televisivo ofreciendo duelos entre equipos grandes de Europa con mayor asiduidad.