El goleador ilicitado, de 40 años, consiguió su tercer ascenso a Primera División (Tenerife, Osasuna y Elche) en Montilivi, su estadio talismán.
El quinto presupuesto más bajo de Segunda División. Un equipo que entra en las eliminatorias de ascenso a Primera División, por casualidad, por el ‘lío de Fuenlabrada’, porque el Deportivo regresa de sus vacaciones y derrota al Fuenlabrada con un penalti de VAR, porque a Juan Francisco Martínez Modesto, más conocido como ‘Nino’, se le ocurre meter un golazo casi en el tiempo añadido del partido de Zaragoza y porque, más allá del 90, un chaval, Pere Milla, que sale del banquillo, en el estadio de Montilivi, cabecea a gol el ascenso a Primera División de uno de los clubs, el Elche, de más tradición y querido que hay en España. Con esta conquista, Valencia se convierte, junto a Andalucia y País Vasco, en las tres comunidades con cuatro equipos en Primera.
Ese es el Elche, aquel equipo mítico de Pazos, Lico, Marcial Pina, Asensi y el no menos voraz y hábil goleador Cayetano Re, un conjunto que, hoy, dirigido desde el banquillo por José Rojo ‘Pacheta’, al que probablemente hoy despidan de la entidad franjiverde aunque toda la ciudad es un clamor para que renueve (no parece haber muy buena sintonía con la directiva), ha superado todas las adversidades para, como explica Pacheta, “superar aplazamientos, pandemias, más encierros y eliminatorias durísimas para demostrar que, unidos, se pueden conseguir grandes cosas”. El Elche ha ascendido emergiendo desde la 6ª plaza de la Liga regular de Segunda División, igual que hizo Osasuna, en el 2016, y solos superados por el Córdoba, que subió tras acabar 7º en el 2014, claro que por delante tenía al Barça B, que no podía aspirar al ascenso.
Y todos estos logros del (ahora) modesto Elche, no lo olvidemos, representados en el campo por un jugador que, si le faltaba poco o nada para ser mítico, Nino, ha terminado convirtiéndose, en efecto, en lo que él deseaba: la bandera, el santo y seña de un equipo que aspira a todo y que, por 22ª vez, militará en Primera División, de nuevo, sí, con uno de los presupuestos más bajos de la división, cinco años después (2015) que fuese descendido administrativamente.
En busca del récord de Donato
Nino, que anoche vió automaticamente renovado su contrato, logró saldar, con el ascenso de su Elche a Primera, en Girona (cosa que ya logró, anteriormente, con otros dos clubs: Tenerife y Osasuna), la última cuenta pendiente en su dilatada trayectoria deportiva, ya que llevar al equipo ilicitano a la máxima categoría era el único objetivo que le quedaba. Eso sí, no hay que olvidar que Nino, que cumplió el pasado 10 de junio cumplió los 40 años, ya era el jugador ilicitano con más partidos oficiales (456), el de mayor edad que ha defendido la camiseta del equipo y el que más tantos ha anotado en la historia de la entidad (134), pero le quedaba esa espina clavada en su carrera.
Otro dato estremecedor: Nino marcó su primer gol como profesional, cuando tenía 18 años, ante el Figueres, en Segunda B, en 1998...tras sustituir en el campo a Tito Vilanova. Es más, Nino, que nació el 10 de junio de 1980, tendrá este mismo año, en la temporada 2020-21, que está a punto de arrancar, la posibilidad de convertirse, según informa Pedro Martin (@pedritonumeros), en el goleador más veterano de la Liga. Ese récord, de momento, está en manos del deportivista Donato Gama da Silva, que logró su último gol con 40 años y 138 días. Nino lo superará si es capaz de marcar un gol a partir del próximo 26 de octubre.
El almeriense (nació en Vera), que debutó con el Elche en noviembre de 1998 ante el Murcia con solo 17 años, vivió la amargura de un descenso a Segunda B con el equipo en la temporada 2016-17, precisamente en la de su regreso, cuando era la pieza clave de aquel proyecto. Antes, a mediados de la pasada década, tuvo que abandonar el club, entonces en Segunda, para jugar en Primera. Tras un paso por Levante, Tenerife y Osasuna volvió una década después a Elche, donde ya era un ídolo, aunque su regreso vino acompañado de un descalabro.
Tras el descenso, Nino quiso seguir en el club, a pesar de que estuvo cerca de abandonar la entidad en enero, cuando no entraba en los planes del entonces entrenador, Josico Moreno. La llegada de Pacheta logró reconducir la situación y el delantero acabó siendo determinante en casi todos los partidos de esta temporada. "Quien me conoce sabe lo que significa esta bandera para mí”, dijo Niño en el césped de Montilivi, envuelto en una bandera verdibanca y una camiseta con los nombres de su esposa e hijos. “Esto es una experiencia única. Aposté por este proyecto y llevo dos semanas rezando para que se produzca este instante que, gracias a Dios, ha llegado”.