Liverpool ofreció una imagen diferente a la del equipo arrasador que ganó la Premier League con siete fechas de anticipación. El equipo red se vio golpeado por Manchester City, su escolta y más cercano perseguidor, que goleó por 4-0 en el Etihad Stadium.
El partido se abrió con un penal cometido por Joao Gómez a Raheem Sterling, al tomarlo con insistencia dentro del área. Al minuto 25, Kevin De Bruyne no dudó frente a Alisson y logró el primer tanto en un disparo cruzado.
Los Citizens aumentaron desde el pase de Phil Foden hacia Sterling, que a los 35´ no falló frente a la salida del arquero visitante. Y sobre el final de la primera etapa, Foden jugó una pared con De Bruyne y resolvió con un fuerte disparo para el 3-0.
Jurgen Klopp decidió el ingreso de Oxlade Chamberlain, por Gomez, y fue quien terminó por concretar el cuarto gol, en contra de su propio arco a los 66´, ante la desesperación por desviar el balón ante el remate de Sterling.
En la última acción, en el minuto 94, tras una buena combinación a un toque y ayudado por un rebote, Riyad Mahrez había anotado el quinto gol pero fue anulado por una mano del argelino. Una muestra que Manchester City podría haber conseguido mucho más que el 4-0 frente al campeón.
El pasillo
El título provocó una imagen histórica, al ver al todopoderoso City haciendo el pasillo a su máximo rival en la actualidad.