Regresó el fútbol a Alemania y este sábado el Borussia Dortmund se vengó de la última derrota ante Schalke 04 en casa, en el Derbi del Rühr, y lo goleó 4-0, resultado que no se veía en este clásico desde el año 2000 cuando el marcador fue a favor del visitante en Signal Iduna Park.
El primer tanto fue de Earling Haaland, el delantero por el que todos preguntan en Europa y que aprovechó un centro de Thorgan Hazard, hermano del jugador de Real Madrid, para abrir el marcador con la pantorrilla, al palo cambiado del arquero, de primera.
Fue la anotación 41 en 33 partidos para el delantero noruego que, después de la para por el COVID-19 (66 días) llegó con el mismo olfato goleador. El festejo fue diferente, desde la lejanía y sin abrazos, más una comunión solitaria.
Antes de finaliza la primera parte, y tras una mala salida del portero Markus Schubert, el Dortmund celebró por segunda vez gracias a Raphael Guerreiro, el portugués nacido en Francia.
El cuadro local fue muy superior ante un rival que se notó desorganizado, al que le pesó hacer secuencias de pases y que, por instantes, dio pruebas del tiempo que, como conjunto, estuvo alejado de las canchas.
Y de eso sacó provecho el Dortmund, que fue más práctico y tocando a primera intención hizo que la pelota corriera más que ellos -como debe ser- y así aumentó la cuenta en el 48’ con un contragolpe letal que finalizó Hazard con un potente remate (floja respuesta de Schubert).
Los dirigidos por Lucien Favre no pararon y en el 68’ sellaron lo que ya era una goleada con la aparición de Guerreiro, quien sentenció el póker para el Dortmund. Schalke intentó darle un aire al juego, pero el golpe anímico del marcador fue duro. Ya con el partido más que asegurado, el argentino Leonardo Balerdi ingresó en el Dortmund en lugar de Thomas Delaney.
De a poco, el partido fue languideciendo. Los locales bajaron la marcha, los visitantes no atacaron más en lo que fue una especie de acuerdo sin palabras, de unos que no quisieron hacer más, de otros que no tuvieron cómo descontar.
Achraf Hakimi fue la figura del choque por la manera en la que pudo hilvanar al Dortmund, un Dortmund que regresó a la competencia con la fuerza de una ola y poniéndole presión a Bayern Múnich, puntero del campeonato (quedaron ahora a un punto a la espera de que los bávaros jueguen este domingo).
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