Después de 65 años de permanencia ininterrumpida en la élite del fútbol argentino, Newell’s Old Boys vive una de las crisis más profundas de su historia. El club rosarino, símbolo de pasión popular y cuna de ídolos como Marcelo Bielsa, Gabriel Heinze y Lionel Messi, podría descender a la Primera Nacional, un hecho que no ocurre desde 1964.
La situación ha generado un verdadero temblor futbolero en Rosario y en todo el país. A falta de dos fechas para el cierre del torneo, el equipo se encuentra en zona de riesgo, con apenas 30 puntos en la tabla anual, y con rivales directos —como Central Córdoba, Sarmiento y Platense— muy cerca en la pelea por la permanencia.
Una campaña para el olvido
El torneo ha sido un calvario para el conjunto “leproso”. Con una plantilla experimentada, pero sin regularidad, Newell’s apenas logró dos victorias en sus últimos 14 partidos, sumando empates valiosos pero insuficientes y derrotas dolorosas, especialmente en el clásico rosarino.
La falta de gol, la irregularidad defensiva y la presión de su propia hinchada —una de las más fieles y exigentes del país— han pesado en un vestuario que no logra reencontrar la identidad futbolística que alguna vez lo caracterizó.
El paso de Keylor Navas: una estrella en medio de la tormenta
En medio de esta turbulencia, el costarricense Keylor Navas tuvo un paso breve pero llamativo por el club en 2025. El histórico arquero del Real Madrid y del PSG llegó a Rosario a comienzos de año como agente libre, buscando continuidad y un nuevo reto en Sudamérica.
Durante su estancia, disputó alrededor de 14 encuentros en el torneo local. Si bien su experiencia y liderazgo fueron valorados por la afición, ni siquiera su jerarquía pudo revertir la mala racha del equipo, que acumuló derrotas en serie y quedó comprometido con el descenso.
Tras unos meses en el fútbol argentino, Navas cerró su ciclo y fichó por Pumas UNAM de México, donde continúa su carrera. Su paso por Newell’s fue tan breve como simbólico: una leyenda del fútbol mundial intentando sostener a un gigante nacional que se derrumba.
Una historia de orgullo y sufrimiento
La posible pérdida de la categoría no solo sería un golpe deportivo, sino también emocional y económico. Newell’s ha sido semillero de talentos que marcaron época en Argentina y en el mundo —Messi, Maxi Rodríguez, Pochettino, Banega—, y su descenso implicaría un duro revés para un club acostumbrado a ser protagonista.
En el Estadio Marcelo Bielsa, los hinchas viven cada jornada como una final. Las pancartas, los cánticos y el fervor siguen intactos, pero el miedo a repetir una historia de hace seis décadas se siente en cada rincón de Rosario.
Entre la memoria y el futuro
Hoy, Newell’s se aferra al milagro. El calendario no le da respiro, pero los jugadores y el cuerpo técnico prometen dejarlo todo por la camiseta. La historia, rica y llena de gloria, exige una reacción inmediata.
Si el equipo logra salvarse, quedará el recuerdo de una campaña sufrida y el paso fugaz de una estrella mundial como Keylor Navas. Si no lo consigue, el descenso marcará el fin de una era y el inicio de un proceso de reconstrucción que, en Rosario, se vivirá con lágrimas y esperanza.
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