La cuenta regresiva para el Mundial 2026 ya inició, pero una amenaza silenciosa —y eléctrica— se cierne sobre el torneo que marcará historia por su magnitud y sedes múltiples.
Las tormentas eléctricas podrían convertirse en un factor disruptivo clave para la primera Copa del Mundo organizada de forma conjunta por Estados Unidos, México y Canadá.
Durante la reciente Copa Mundial de Clubes 2025, disputada precisamente en varias sedes que albergarán partidos del Mundial 2026, cuatro encuentros fueron interrumpidos por tormentas eléctricas, una cifra inédita que encendió las alarmas en la FIFA.
Un precedente preocupante
A diferencia del Mundial USA 1994 —que se disputó sin pausas por tormentas eléctricas—, la realidad climática de 2025 ha sido mucho más inestable. En ciudades como Nueva Jersey, Cincinnati y Filadelfia, los rayos obligaron a evacuar estadios y demorar partidos hasta por dos horas, afectando no solo la experiencia del aficionado, sino también la transmisión televisiva y la logística organizativa.
Uno de los casos más dramáticos ocurrió en Cincinnati, donde el encuentro entre el RB Salzburg y el Pachuca fue detenido durante casi 90 minutos debido a actividad eléctrica cercana. Los protocolos de seguridad dictan que cualquier rayo a menos de 13 kilómetros de distancia obliga a detener el partido por un mínimo de 30 minutos, periodo que se reinicia si se detecta una nueva descarga.
El combo climático: calor extremo + tormentas
El verano norteamericano no solo trae rayos. Durante el torneo de clubes, las temperaturas alcanzaron los 41 °C, provocando que jugadores, árbitros y aficionados enfrentaran condiciones extremas que afectan el rendimiento físico y aumentan el riesgo de deshidratación y golpes de calor.
En ese contexto, la tormenta eléctrica es el “combo perfecto” del caos climático: inicia con calor sofocante, seguido de lluvias intensas y actividad eléctrica, lo que convierte a los estadios abiertos en zonas de alto riesgo.
¿Está preparada la FIFA?
La FIFA ya evalúa ajustar horarios de partidos, privilegiando los turnos de mañana y noche en sedes de alto riesgo. También se contempla reforzar la infraestructura de evacuación, mejorar la comunicación con los fanáticos en caso de alerta y establecer “zonas seguras” bajo techo para el público mientras cesa la tormenta.
Además, los equipos técnicos de cada selección deberán contemplar el impacto físico de las interrupciones: jugadores que se enfrían durante largas pausas, partidos que finalizan de madrugada y jornadas que se acumulan por reprogramaciones.
Lecciones para el Mundial 2026
Aspecto Situación observada 2025 Lo que se prevé para 2026
Partidos interrumpidos 4 por rayos durante el Mundial de Clubes Posibles múltiples suspensiones
Temperaturas Hasta 41 °C en varias sedes Ola de calor estival
Protocolos Detención si rayo cae a <13 km Se aplicará el mismo criterio de seguridad
Horarios Juegos tarde expuestos a tormentas
La pregunta no es si lloverá o habrá rayos. La verdadera interrogante es cuántos partidos serán impactados y cómo reaccionarán las autoridades y el público ante esta nueva normalidad climática.
El Mundial 2026 será el más ambicioso de la historia: 48 equipos, 16 ciudades sede y más de 100 partidos en total. Pero quizá el mayor reto no esté en el calendario ni en la logística, sino en el cielo.
Porque en este Mundial, los truenos también jugarán.