El retorno de Neymar a Santos desató un fenómeno sin precedentes entre los fanáticos, al punto tal de que la institución paulista decidió suspender temporalmente la inscripción de nuevos socios, como consecuencia de un crecimiento exponencial en el programa de afiliados.
Es que, desde el 27 de enero, cuando se confirmó que el delantero no jugaría más en la temporada con el Al-Hilal, más de 25.500 hinchas se sumaron al sistema "Sócio Rei", llevando la cifra total a 75.000 miembros.
Inicialmente, el club cerró la categoría Black, la más exclusiva del programa, debido a la alta demanda. Sin embargo, ante la avalancha de solicitudes, se optó por detener todas las inscripciones, salvo en la categoría gratuita "Santos Mais Popular". Según comunicó la directiva, esta medida forma parte de una reformulación del programa de socios, que incluirá nuevas opciones y beneficios en el futuro.
Uno de los factores que influyó en la decisión fue la creciente dificultad para conseguir entradas en el estadio Vila Belmiro. Los hinchas con membresías de menor rango encontraron obstáculos para acceder a los partidos, generando un fuerte descontento. Ante la presión de un sector de la hinchada, el club implementó ajustes en la venta de tickets, reduciendo el tiempo de prioridad para ciertas categorías de socios.
El impacto del retorno de Neymar no se limita a la cantidad de afiliados. Recientemente, el delantero criticó el estado del Centro de Entrenamiento Rei Pelé, asegurando que no había cambiado desde su partida en 2013. Sus palabras no pasaron desapercibidas, y la directiva ya trabaja en mejoras para las instalaciones del club.
Además, el efecto Neymar también se reflejó en el mercado de pases. Jugadores como Benjamín Rollheiser y Álvaro Barreal aceptaron sumarse al equipo, atraídos por la posibilidad de compartir plantel con el ídolo brasileño. A nivel financiero, Santos cerró acuerdos comerciales con Viva Sorte, Havan y Loovi, fortaleciendo su estructura económica.