Los merengues cumplieron en una ''final'' y consiguieron tres puntos de oro ante el Atalanta de Bérgamo en la UEFA Champions League.
Los blancos se jugaban una final este martes cuando visitaron al Atalanta de Bérgamo en un partido que demostró tener grandes emociones en la contienda europea y que dejó como resultado a un Madrid fortalecido.
El Real Madrid derrotó 2-3 al Atalanta en la jornada 6 de la fase de liga en la UEFA Champions League, un triunfo que deja a los madridistas al borde de la clasificación y tres puntos que sin dudas alejan los dolores de cabeza del equipo blanco al haber rozado los últimos puestos de la clasificación.
Los campeones de Europa se pusieron rápido al frente con una gran anotación de Kylian Mbappé al 10' tras quitarse un defensor rival y definir frente al arco con un soberbio remate para seguirse sacudiendo de las dudas. Sin embargo, ''La Tortuga'' tuvo que salir de cambio al 36' por una dolencia muscular dándole su lugar a Rodrygo Goes.
Antes de finalizar el primer tiempo, los de Bérgamo empataron el marcador con un gol de penal de Charles De Ketelaere tras una falta en el área muy infantil de Aurelién Tchouaméni.
El Madrid comenzó a apretar en el segundo tiempo y al 56' encontró el 1-2 en pies de Vinicius Júnior quien venció a Marco Carnesecchi con un colocado remate dándole nuevamente los aires de victoria a los merengues. Rápidamente, al 59' aparecería el inglés, Jude Bellingham, para anotar el 1-3 tras una gran jugada individual que concluyó con un certero remate.
El partido no fue fácil para los merengues y el Atalanta apretaría en el partido tras conseguir el 2-3 en pies de Ademola Lookman quien colocó un buen remate en el arco defendido por Thibaut Courtois dándole esperanza a su equipo por rescatar los puntos en el Gewiss Stadium.
Finalmente, Szymon Marciniak pitó el final del partido tras un fallo insólito del Atalanta en la última jugada del partido donde Mateo Retegui se perdió una definición sin portero que terminó dándole los tres puntos al Real Madrid.
Esta victoria es oro puro para los merengues al subir hasta la décimo-octava posición del torneo situándose en zona de dieciseisavos de final y aún con opciones de clasificar directamente a los octavos de final al restarle dos partidos de grupos ante el Stade Brestois y Salzburg que se jugarán en enero 2025.