La final del Mundial de 1930 la disputaron Uruguay y Argentina. La rivalidad había crecido tanto que se utilizó un balón diferente durante el primer tiempo.
Antes de que Adidas se convirtiera en la diseñadora oficial de los balones de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, una tradicional pelota de cuero marrón, cosida con cordón y con una vejiga en el interior hizo su debut en Uruguay 1930.
La tradición de un balón oficial no había surgido en esos años, y cada equipo llevaba uno a cada encuentro, y luego los capitanes elegían con cuál querían jugar.
Este acuerdo no aplicó para la final, pues uruguayos y argentinos, obviamente, querían llevar su pelota a la cancha. El primer candidato era el Modelo T que la selección uruguaya había empleado en casi todos sus partidos. El segundo era el Tiento, favorito de la escuadra argentina.
Para aplacar a ambos equipos, que sentían que jugar con el balón del rival los pondría en desventaja, la FIFA determinó que el primer tiempo se jugaría con el Tiento, un esférico de similar composición al Modelo T (cuero).
A diferencia de los 11 paneles en forma de T que le daban nombre al modelo uruguayo, el argentino tenía 12 paneles rectangulares, era ligeramente más pequeño y ligero, no tenía cordón y se había venido utilizando desde 1880. Ambos eran hechos e inflados a mano, y se ganaban peso cuando llovía.
Aunque Argentina dominó los primeros 45 minutos (2-1), el resultado favoreció a Uruguay, que hizo 3 goles más con el Modelo T. Esto probaría que el rol de los balones es crucial en los partidos, dice el húngaro Peter Pesti, quien se ha dedicado a fotografiar y a recabar la historia de los balones del Mundial desde su primera edición hasta la última. Y ha creado una réplica del Modelo T /y de diseños de otros años), que se vende por $199 más impuestos.
Actualmente, el Modelo T y el Tiento, figuras del Mundial de 1930, están en exhibición en el Museo Nacional de Fútbol, en la ciudad de Manchester.
Adidas, la actual diseñadora, lleva 14 mundiales invicta, desde México 1970, y así será hasta 2030. El Telstar, su primer balón aprobado por la Federación, fue también el primero en ser elaborado por una marca comercial.