El recurso que el Monza de Italia había presentado a la UEFA y la FIFA contra el positivo en dopaje que dio el Papu Gómez unos días antes del Mundial de Catar ha sido rechazado.
Por aquel entonces, el argentino formaba parte de la plantilla del Sevilla, había pasado una mala noche y tomó un jarabe de uno de sus hijos sin saber que se trataba de una sustancia prohibida, así que defendió su inocencia, que ha sufrido un varapalo este viernes.
Por la mañana, su entrenador, Raffaele Palladino, compareció en rueda de prensa de cara al partido contra el Genoa de esta jornada y dio la noticia a los periodistas. "Por lo que yo sé, han rechazado el recurso. El club no tardará en comunicarlo, entiendo", afirmó el estratega, que no podrá contar con el futbolista a no ser que le renueven el contrato más allá del par de temporadas que afronta en el dique seco, para cuando también haría falta que él continuara en el proyecto.
El ex de la Atalanta volvería a estar disponible ya a los 38 años, una edad a la que es bastante probable que se plantee el retiro ya sea por una potencial falta de oportunidades o por una segura ausencia de ritmo competitivo. Su última comparecencia sobre los focos se dio el 8 de octubre, cuando entró, desde el banquillo, en un encuentro de la Serie A contra la Salernitana. Era su segundo ingreso al césped tras su regreso a Italia.
El Papu Gómez dio positivo a unos días de un Mundial de Catar en el que participó activamente. Estuvo en los onces iniciales contra Arabia Saudí en la fase de grupos y Australia en los octavos de final. No marcó ni asistió, pero formó parte de los esfuerzos de la Selección Argentina para conseguir un campeonato que llegó a las vitrinas de su Asociación con mucho jolgorio al concebirse como la obra máxima de la carrera de Leo Messi.