Fabrizio Romano, periodista deportivo italiano especializado en los fichajes en el mundo del fútbol, está en el punto de mira en Dinamarca.
Una de las jóvenes promesas de las que más se habla en Europa es Roony Bardghji, un joven futbolista del Copenhague. Su gol contra el Manchester United en la Champions League a principios de esta temporada fue un importante punto de inflexión en su carrera.
El joven sueco de 18 años tiene contrato hasta 2025 y no renueva, habiendo sido relacionado con todos los grandes de Europa, Real Madrid y Barcelona incluidos.
A principios de esta semana, Fabrizio Romano informó que debido a esa disputa contractual, el Copenhague estaba excluyendo a su jugador estrella del primer equipo, una información que ha terminado formando un lío monumental.
«Roony Bardghji, extraño caso para uno de los mejores talentos de Europa. De ser pichichi con 10 goles del Copenhague a… cero minutos en los primeros partidos de 2024. La razón es que Bardghji no tiene intención de firmar un nuevo contrato a largo plazo; a partir del verano, solo le quedarán 18 meses de contrato y varios clubes importantes lo seguirán», publicó el italiano en sus redes sociales, donde tiene millones de seguidores.
Sin embargo, el Copenhague desmintió rotundamente la información divulgada por el periodista. Como consecuencia, Fabrizio Romano y su equipo se convirtieron en objeto de una investigación en los medios daneses.
Troels Bager Thogersen, comentarista de Tipsbladet, ha sacado a la luz lo que sería un escándalo porque asegura que el italiano cobra de clubes y agentes por difundir rumores de fichajes, algunos de ellos ficticios e interesados para quien paga por sus servicios.
«Sé que Fabrizio Romano es aclamado como un Dios en las redes sociales. Sólo tengo que decir que muy a menudo obtiene información de los agentes de jugadores y resulta ser el portavoz de su agenda. En este caso concreto, parece que el entorno del jugador quiere enviar un mensaje para presionar al FC Copenhague. Esto no puede verse como periodismo. Es un negocio en el que los clubes y los agentes tendrán que pagar por la publicidad, y eso nunca puede etiquetarse como periodismo. Y creo que esa debería ser la lección aquí. Lo que podría parecer periodismo, en cambio, está impulsado por intereses puramente comerciales», dijo el colaborador del citado portal.
Veinte millones de personas lo siguen en X (anteriormente Twitter), dos millones de personas lo siguen en YouTube y 27 millones de personas lo siguen en Instagram. Su influencia es tan importante que cuando Fabrizio Romano da una información, automáticamente se da por buena y fiable. Sin embargo, en Dinamarca han investigado al italiano, que asegura que presta servicios a clubes y agentes.
Según esta información, pide cantidades de dinero, diferentes según cada caso y manera de publicar la información, por dar visibilidad a rumores de fichajes que pueden interesar tanto a los equipos como a los propios futbolistas. Un mensaje suyo en Twitter costaría unos 1.000 euros más IVA, y muchos clubes o agentes consideran que es rentable para promocionar algunos jugadores y que surjan intereses de otros equipos, viendo la trascendencia que tiene todo lo que publica Fabrizio Romano.
Fabrizio tiene 31 años de edad.