El equipo del París Saint Germain, con el portero costarricense Keylor Navas suplente, hizo valer su casa y este miércoles derrotó 2-0 a la Real Sociedad por la ida de los octavos de final de la Champions League.
Kylian Mbappé abrió la cuenta al 58'. El encargado de aumentar las cifras fue Bradley Barcola en el 70'.
El partido de vuelta se jugará el próximo martes 5 de marzo.
EL PARTIDO
El PSG demostró en el campo el profundo estima y apego que le tiene a una competición tan deseada como la Champions League. Y eso que enfrente tuvo a una Real Sociedad donde la ilusión rebosó y las ganas no faltaron, aunque no fue capaz de controlar a un conjunto parisino que supo esperar y encontrar el momento justo.
Salió sin complejos el conjunto de Imanol Alguacil y con la clara intención de meter presión a su rival que, sobre el papel, era el favorito. Así pues, en el primer minuto de juego, André Silva tuvo la primera en sus botas, aunque el esférico se perdió por muy poco.
Poco a poco, el PSG fue entrando en juego hasta conseguir el dominio del choque y pudo adelantarse en el marcador en el 7' por un error gravísimo de Zubimendi. Jugó Dembélé en profundidad para Mbappé, que se midió ante Remiro, pero este le sacó una mano abajo crucial.
El plan de la Real Sociedad pasó por hacer mucho daño a balón parado, donde la estrategia jugó un papel fundamental, así como buscar a Kubo, que fue el mejor de los 'txuri-urdin' en los primeros 45 minutos. Fue puro descaro por la derecha, donde Beraldo se las vio y deseó para poder detenerlo.
Pese a ello, los pupilos de Imanol no estaban sufriendo. Se encontraban muy cómodos y, además, también generaba incertidumbre en la defensa parisina. Por su parte, los de Luis Enrique se obcecaron en buscar a un Mbappé que siempre tenía a dos hombres encima de él cuando recibía el esférico.
Los primeros 45 minutos entraron en su recta final y todo apuntó al empate sin goles. Sin embargo, Mikel Merino pudo evitar esto con un disparo secó desde la frontal del área que golpeó en el larguero, privando a los visitantes de marcharse a vestuarios con ventaja en el marcador.
Los segundos 45 minutos comenzaron con las mismas ganas y presión por parte de la Real Sociedad. Quería hacer daño al PSG, aunque el cuadro parisino se mantuvo firme en las tareas defensivas.
Algo que los 'txuri-urdin' tampoco descuidaron, con un Zubeldía sublime que no dejó ni un metro a un Mbappé desaparecido en combate. Pero ya saben, a un jugador del calibre y la calidad del '7' nunca se le puede dar por muerto.
Fue en el 58' cuando el PSG encontró su premio. La puso Dembélé desde la esquina, la tocó con el hombro Marquinhos y Mbappé, que se desmarcó al segundo palo, enganchó la pelota de primeras, completamente solo, y mandó el esférico al fondo de la red para colocar el 1-0 en el electrónico.
Este tanto, que llegó cuando la Real tenía 10 jugadores sobre el campo mientras atendía a Traoré, descolocó por completo los planes de los realistas, que comenzaron a mostrarse mucho más dispersos.
Todo lo contrario que el PSG, que se creció y encontró los espacios necesarios para ir a por el 2-0. Un tanto que casi llega superada la hora de partido y, de nuevo, en las botas de Mbappé. Le dejaron el pasillo al '7' y este soltó un latigazo que entre Remiro y el larguero evitaron que fuese el segundo.
La sociedad de París
El PSG seguía acechando la portería de la Real y todo su peligro llegó por ambas bandas. En la derecha, Dembélé no dejó de tirar desmarques, regates y centros al área. En la izquierda, aunque era Barcola el que estaba, Mbappé caía sin ningún pudor y seguía llevando el miedo al contrario.
Así, y aprovechando los numerosos espacios atrás, el PSG aumentó su ventaja. En una transición de lado a lado, la pelota la recogió Barcola en la izquierda, dejó sentado a Traoré y batió a Remiro para colocar el 2-0 en el marcador.
El partido se le puso muy cuesta arriba a la Real Sociedad, que dio claros síntomas de agotamiento y apenas llegó al área contraria. No tiró la toalla, pero la realidad no fue otra que la de estar muy lejos de recortar distancias.
El colegiado decretó el final de los 90 minutos y el Parque de los Príncipes rebosó de alegría y jolgorio. Gran paso del conjunto de Luis Enrique, que quiere dejarse la piel para conquistar una competición tan difícil y exquisita como la Champions League. Y Mbappé quiere su último capricho.