El presidente del Barcelona, Joan Laporta, perdió los papeles en el palco producto de la impotencia que le generó sumar un nuevo empate en casa por la liga española.
El cuadro culé esperaba colocarse a tres puntos del Girona, quien había perdido el sábado en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, pero no lograron pasar del empate 3-3 ante el penúltimo de la tabla.
Según explicó Catalunya Radio, Laporta terminó profundamente enfadado hasta el punto de tirar algunas bandejas de canapés que se sirven en el palco del Olímpico de Montjiuc.
Pero la perdida de control de Laporta no llegó solo por el resultado del encuentro, sino también porque ha empezado a notar una perdida de confianza de la afición hacia su figura, ya que durante el juego ante el Villarreal y el domingo un grupo de aficionados se voltearon hacia el palco para mostrarle su descontento.
Además, tras el juego el jerarca bajó al camerino para hablar con los jugadores, en donde se mostró contrariado por el resultado y el camino que tiene el equipo en esta temporada. Y es que no entiende que la plantilla termine de dar un paso al frente, sobretodo, tras el anuncio de Xavi de que no seguirá al frente.
La tensión en el Barcelona es total e incluso ya se maneja la posibilidad de dar por cerrada, antes de tiempo, la etapa de Xavi en el banquillo culé, pues el juego de ida de los octavos de final de la Champions League ante el Napoli marcará su destino, ya que en caso de una derrota es probable que se destituya al técnico de Terrassa.
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