Fernando Diniz Silva es un exfutbolista y entrenador brasileño. Actualmente dirige al Fluminense de la Serie A e interinamente a la selección de Brasil.
El sábado, a sus 49 años de edad, hizo historia con el Fluminense al ganar la Copa Libertadores tras derrotar 2-1 a Boca Juniors.
Diniz, quien se desempeñaba como centrocampista y se retiró en 2008, es muy conocido por su estilo de juego y por la posesión del balón. Por ello, es conocido por ser el técnico que consolidó el estilo Tiki-taka en Brasil, lo que le valió el sobrenombre de 'Guardiola brasileño'.
PRIMERA LIBERTADORES PARA EL FLU
Fernando Diniz forma parte de un selecto salón de entrenadores campeones de la Libertadores, pero lo deja muy claro: no se deja deslumbrar por el logro.
En la primera entrevista tras el ansiado título de la competición continental, el técnico del Fluminense volvió a abordar con sensibilidad los tópicos del deporte y de la vida, que se refieren principalmente al reconocimiento del propio trabajo. Diniz también minimizó la etiqueta que lleva su estilo, Dinizismo.
Aprovechó los primeros seis minutos para hablar abiertamente de cómo ve conceptos distorsionados en la sociedad.
“Respecto a lo que llaman Dinizismo, la cuestión de si llegó para quedarse… sí, llegó para quedarse mientras yo me quede [en Fluminense]. Mientras trabajo intentaré seguir mis convicciones. Mi mayor convicción es poder hacer lo máximo por los jugadores”, comenzó diciendo, para comenzar a explicar si esperaba cambios en su carrera con el logro.
“En relación a los Diniz de ayer, de hoy y de mañana, creo que lo que nos queda es creer siempre. No considero que una persona sea un gran campeón sólo porque ganó el título, ese no es mi concepto de campeón. Ha habido muchos campeones que no ganaron ninguna copa y personas con las que trabajé que ganaron, pero no lo merecían tanto".
VALORACIONES DE VIDA
"Para mí el campeón es el que no se rinde, el que trabaja con honestidad, con valentía sobre todo. Y si no hubiéramos ganado hoy, la gente podría decir: 'Ah, no volvieron a ganar'. Estos clichés fáciles de hacer que nunca me convencerán, en absoluto. Si no lo hubiera hecho, habría seguido trabajando para ganar dinero la próxima vez. Y ganando tenemos que levantarnos al día siguiente e intentar mejorar porque la vida continúa. Los campeonatos terminan y la vida continúa, por eso hay que vivir como quien gana en la vida", afirmó el técnico.
Diniz también fue franco al admitir que el equipo pudo haber quedado eliminado en las etapas previas, cuando tuvo dificultades para vencer a sus rivales.
“Siento mucha admiración por aquellas [personas] que no se rinden, mucho más que por las que ganan. Esta es mi concepción de vida, la que transmito a mis jugadores. Esto aumenta las posibilidades de ganar, esto se lo paso a mis hijos para que no se rindan y sigan mejorando".
"Un campeón es alguien que mejora constantemente y puede superar las críticas fáciles. Los que saben lo que pasa están sólo dentro, los de fuera ven un espejismo que creen que es la realidad, pero no lo es. La realidad en el mundo del fútbol está casi enteramente sujeta a intramuros. Hay muchas cosas que suceden que un resultado no borra".
"Estamos constantemente atrapados en este tropo de etiquetar a las personas como ganadores y fracasados. Este es un concepto que trastoca enormemente el fútbol y nuestra sociedad. Es casi lo mismo que decir que los que tienen dinero tienen éxito y los que no lo tienen son casi nadie. Le tengo el mayor cariño y reconocimiento a Boca, al Inter y a nuestros grandes rivales, pudimos haber caído en cada etapa, pero llegamos y fuimos campeones. Pero eso no quita nada a aquellos con los que nos cruzamos en el camino”.
Consultado sobre si tenía algún tipo de malestar por no haber tenido logros significativos en su carrera, comentó:
"La gente está mucho más molesta que yo. No es la Libertadores y otros que pueda ganar lo que me hará mejor o peor. Me considero un chico trabajador. Trabajo duro y amo mucho lo que hago. Intento ser un excelente esposo, hombre de familia y amigo. Y esos son mis títulos más importantes, no es levantar la copa".
"El fútbol necesita tener más títulos de este tipo, no necesito ninguna deificación. No me importa si la gente dice que he alcanzado otro nivel. Son una tontería. No voy a pasar a otro nivel así que será lo mismo. Es importante ganar, pero eso es quedarse corto. Soy la misma persona, soy un tipo que va a celebrar mucho y el lunes tengo doble trabajo que hacer. Voy a trabajar y espero poder aprender de esta victoria de la misma manera que aprendí cuando perdí”, afirmó.
Hasta la final, Diniz sólo había ganado tres títulos en su carrera: la Copa Paulista y la Série A-3 do Paulista, con Votoraty y Paulista, respectivamente, y la Carioca de este año, contra Flamengo.
Ha sido entrenador durante 14 años y ha dirigido equipos de élite del fútbol nacional durante al menos seis años. Antes de sorprender en Audax, en 2016, cuando llevó al equipo a la final del Campeonato Paulista, ya llamó la atención por su espíritu competitivo y paternalista en los clubes al inicio de su carrera.
El estilo de Diniz
Para Fernando Diniz, el trofeo más grande de su carrera es recuperar a un deportista, y su estilo de juego les da a los jugadores la libertad de tocar el balón y moverse libremente en el campo.
Los equipos dirigidos por Diniz conservan su toque de balón y no recurren a tiros lejanos ni en momentos de alta presión de sus oponentes.Además, hay un constante intercambio de posiciones. En sus equipos, el portero es un participante más en ese toque constante de balón. Según la filosofía del entrenador, el portero necesita "jugar en la línea, utilizar los pies y participar en el juego".
Hay algunos conceptos del "Dinizismo": el pase corto para atraer el marcaje (con el intercambio de pases en defensa con el portero usando más los pies), el pase corto para romper las líneas del rival, además de la idea de atacar espacios desocupados. Estos conceptos antes mencionados crean una de las principales características del estilo de juego de Fernando Diniz, que es la superioridad numérica.
El entrenador explica que su estilo de juego, a pesar de compararlo con el tiki-taka, tiene algunas diferencias. "Utilizamos mucho más al portero cuando pasamos el balón, asumimos más riesgos. La pérdida de balón de nuestros jugadores es mayor". Por este motivo, la prensa paulista apodó su estilo de juego Tiki-Taka à São Paulo o Dinizismo.