El jugador mexicano, Omar Mendoza, ha protagonizado una de las expulsiones más sorprendente en la historia de la Liga MX.
En un partido por la jornada 6, entre Querétaro y Atlas, se presenció un penoso momento que tiene nulos antecedentes en el fútbol mexicano y muy pocos a nivel internacional.
Al partido no le pasaba mucho. Atlas ganaba 1-0 a los 60 minutos cuando una jugada por la banda se robó todos los reflectores. El partido se detuvo y Fernando Hernández, árbitro del encuentro fue advertido de que algo había sucedido en la disputa del balón entre Omar Mendoza, de Querétaro, y Juan Zapata de los rojinegros.
Un reclamo llamó la atención de todos, porque el entrenador de Atlas, Benjamín Mora, gritaba airadamente al silbante. Su tono parecía raro, pues no había indicios de que hubiera existido una falta violenta.
Hasta ese momento. En la revisión del VAR, Hernández notó que Mendoza, mientras marcaba a Zapata, le tocó el trasero de manera reiterada, grotesca y constante (no lo hizo una, sino dos veces y con total desfachatez). Como suele pasar con los futbolistas, Mendoza reclamó al árbitro la decisión, como si no hubiera estado consciente de lo que hizo y, además, de que todo fue cotejado en la revisión. Finalmente la expulsión sí pesó para Gallos Blancos, pues aunque consiguieron el empate a los 81 minutos, Atlas aprovechó su ventaja numérica para obtener una victoria agónica precisamente con gol del propio Zapata.
Ni siquiera los comentaristas del partido supieron cómo reaccionar ante la incómoda forma que Mendoza eligió para dejar a su equipo con diez jugadores.
La jugada le dio la vuelta al mundo en las redes sociales.
Eso sí, a nivel internacional hay algunos episodios, que desde luego no han sido constantes. El más recordado, y referencia inmediata en cuanto a cercanía temporal, es el de Gonzalo Jara, que hizo lo mismo que Mendoza, aplicado a Edinson Cavani en la Copa América Chile 2015 —Cavani reaccionó con un ligero golpe, que le valió la segunda amarilla e irse expulsado—. El defensor andino no fue expulsado del partido, porque el árbitro no notó la acción, pero sí fue suspendido por el resto del torneo cuando la jugada se dio a conocer (los uruguayos reclamaron indignados al final del partido esa acción tan antideportiva).