En Alemania no se habla de otra cosa. Sadio Mané le propinó un puñetazo a su compañero Leroy Sané por un desencuentro en el campo durante el partido del Bayern Múnich contra el Manchester City.
El club, por lo pronto, le ha suspendido y Tuchel atendió a los medios antes del choque contra el Hoffenheim. Se refirió, como no podía ser de otra forma, a ese encuentro en cuestión.
"Conozco a Mané y a su entorno, sé que es un profesional completo. Nunca había hecho nada similar. Cualquiera tiene derecho a cometer un error, esto fue demasiado, también contra el código de conducta del Bayern. Él lo ha visto así y se ha disculpado de forma convincente", dijo Tuchel.
"Se comportó de manera ejemplar después, dio la cara y se disculpó. A veces uno quisiera que esas cosas quedaran en el vestuario, pero eso es mucho pedir", agregó.
Tuchel dijo que él no había sido testigo directo de la agresión, que se produjo en el vestuario tras la derrota por 3-0 ante el Manchester City. Lo importante era resolver el caso de forma rápida y tratar de pasar página, según el entrenador.
"Como era algo que nos ocupaba y que había sido grave teníamos que resolverlo antes del siguiente entrenamiento. Con ello, hemos despejado el ambiente, de manera que podemos entrenar juntos", dijo.
"No somos el primer equipo que se enfrenta a algo así ni seremos el último. La manera como los dos implicados se han comportado después ha tenido algo purificador", añadió.
Mané ha sido excluido, como sanción, de la convocatoria del partido ante el Hoffenheim y deberá pagar una multa. Según Tuchel, con ello el asunto queda saldado y sólo tendrá consecuencias para este fin de semana.
En algunos medios, se barajó la posibilidad de que Mané fuera excluido del equipo de forma definitiva y posteriormente se dijo que el propio Sané había salido en su defensa para evitar ese extremo.
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