Pocos futbolistas en la historia han tenido que soportar a los 16 años una presión como la que recae sobre el brasileño Endrick Felipe.
El joven delantero del Palmeiras, que en 2024 será futbolista de Real Madrid, se ha enfrentado a su momento más duro desde el comienzo del año. Se abre al respecto en una entrevista para GQ Brasil.
En pasado mes de diciembre el club español pagó casi 40 millones de dólares por el futbolista del Palmeiras que se unirá al cuadro blanco cuando cumpla 18 años
Endrick se ha enfrentado a un aluvión de críticas por una sequía goleadora que se ha alargado hasta el pasado domingo. El jugador ha pasado por momentos complicados, como reflejó su imagen abatido con un peto sobre el rostro tras ser sustituido en un partido.
Cree que ha habido comparaciones excesivas sobre él, pero ha entendido que las críticas y la presión han llegado a su vida para quedarse. Son una consecuencia del éxito, tan prematuro en su caso. Mentalmente ha presentado un cambio tras unos meses muy duros y admite sentirse "igual de adulto" que el resto de sus compañeros en el vestuario del primer equipo del Palmeiras.
"No me molesta no marcar goles, porque sé que las cosas mejorarán de forma natural. Sólo necesito mantener mi mente fuerte. Las críticas no disminuirán y tendré que soportarlas cada vez más", dice en la entrevista para GQ Brasil. "Nadie debería sentir lástima por mí o darme palmaditas en la cabeza", añade.
Sobre las críticas, explica que le ha costado entenderlas: "A veces me pregunto: ¿por qué me pusieron el foco tantos medios? Yo no pedí esto. Hay situaciones que cruzan la línea. 'Ah, es el nuevo Pelé'. Hombre, nadie va a ser Pelé, es el rey del fútbol. Pero ahora no hay nada que hacer, no puedo pedirle a la gente que no hable de mi vida. Siempre habrá gente para atacarme".
Endrick, aún así, no pierde el foco de lo que persigue en su vida: "El fútbol es lo que quiero para mi vida. Necesito seguir trabajando, que es lo que me pide Abel Ferreira -entrenador del Palmeiras-. Soy igual de adulto que el resto de mis compañeros de equipo".
También explica aquella escena con el peto, que no fue como se dijo: "Cuando me sustituyeron me puse el peto en la cabeza, pero no lloraba, no estaba triste. Estaba orando a Dios. Ya lo interpretaron mal, dijeron que estaba temblando porque no estaba anotando. Siempre dije que me gustaría tener a todos los brasileños cerca de mí, pero entiendo cada vez más que eso no es posible".
Endrick ha cambiado su forma de enfrentarse al ruido externo: "Antes estaba pendiente de lo que decía la gente de mí, pero hoy no. Me gustan los videos en TikTok, pero cuando hay algo sobre mí, paso rápido", concluye.