El esloveno Aleksander Ceferin, único candidato, ha sido reelegido presidente de la UEFA por un nuevo mandato de cuatro años, hasta 2027, durante el Congreso del organismo continental en Lisboa.
"Significa mucho para mí, es un gran honor y una gran responsabilidad", aseguró Ceferin nada más ser reelegido para llevar las riendas de la UEFA, cargo que ocupa desde el 14 de septiembre de 2016, y en el que encara su tercer periodo con la defensa del fútbol europeo, la unidad, la solidaridad y el mérito deportivo como bandera, después de un mandato condicionado por la pandemia, la Superliga y la guerra de Ucrania y con cambios en las competiciones desde 2024, como la Liga de Campeones, que aumentará sus equipos a 36, o la Liga de Naciones, que tendrá una nueva ronda eliminatoria.
Nacido en Grosuplje, Eslovenia, el 13 de octubre de 1967, Ceferin también ha sido presidente de la Asociación de Fútbol de Eslovenia (NZS). Se graduó en Derecho por la Universidad de Liubliana y trabajó en el bufete familiar, donde sucedió a su padre como director y continuó con la práctica de defender de forma gratuita a las víctimas sin recursos en casos de violación de derechos humanos. Así, en 2006 representó a la familia gitana Strojan, que fue expulsada de su localidad de origen en Eslovenia, hecho que supuso entonces todo un escándalo político por la actitud de las autoridades.
El 14 de septiembre de 2016 fue elegido para suceder a Michel Platini al frente de la UEFA al imponerse a Michael van Praag, presidente de la Federación Holandesa, por 42 votos a 13; en el Congreso de la UEFA del 7 de febrero de 2019 en Roma, en el que era candidato único, consiguió la reelección por aclamación al frente del órgano que rige el fútbol continental. Además, en octubre de 2022, confirmó su intención de presentarse a la reelección.
En esta etapa, la UEFA aprobó en 2022 la nueva Liga de Campeones a partir de la temporada 2024-2025, Además, la FIFA y la UEFA decidieron en febrero de 2022 suspender a todas las selecciones nacionales y clubes rusos para participar en las competiciones de ambas, lo que supuso la exclusión de Rusia del Mundial de Qatar.