La selección española deja dos conclusiones momentáneas después de las dos primeras jornadas de la UEFA Nations League ante Alemania y Ucrania. La primera es que todavía está un poco por debajo de la grandes favoritas y, la segunda, que progresa muy adecuadamente.
Es cierto que dos partidos son escaso bagaje para ser tajantes, pero sí que es suficiente para explicar que las sensaciones son buenas y apuntar las pinceladas que Luis Enrique va dando a su fórmula. Aquí algunas de ellos:
1) El sistema, la presión y el repliegue
Aunque últimamente hay mucha variabilidad en los sistemas de juego, Luis Enrique se mantiene muy fiel a la que claramente ha sido su estructura preferida a lo largo de su trayectoria, el 4-3-3. Un dibujo que ha aplicado estos dos partidos y que el combinado ya tiene altamente interiorizado. La presión se ha mostrado muy activa y con clara voluntad para apretar al rival arriba de manera coordinada. Un idea también muy propia del entrenador. Eso es lo que explica los más que notables registros de localización. Ante Ucrania, España sólo jugó un 12% en tercio propio de campo por un 35% en el de los ucranianos. Pero es especialmente destacable que, ante un combinado potente como Alemania, los de Luis Enrique únicamente jugaron un 20% en su tercio defensivo por un elevadísimo 36% en el campo de Alemania.
Así mismo, es identificable la manera de replegar en campo propio. A diferencia de lo que hacía el técnico en el Barça, la selección ha enseñado un repliegue en formato 4-5-1 en el que los dos extremos trabajan defensivamente su banda para compactarse y ayudar a su lateral.
2) El centro del campo con tres escalones
Un aspecto marcado y común en los dos encuentros, ha sido la estructura del centro del campo. Independientemente de los nombres propios, la estructura ha presentado tres roles muy específicos y muy acordes a lo que pide el dibujo táctico. Con un pivote muy posicional (Busquets ante Alemania, Rodri ante Ucrania) y un tercer interior con alta dosis de libertad para crear, el segundo centrocampista ha respondido en los dos duelos (Fabián Ruiz en el primero y Mikel Merino en el segundo) a un perfil totalmente adecuado para poder ser soporte tanto del pivote en tareas posicionales como para llegar al área rival.
3) Ansu y los extremos
En el ataque posicional en campo rival, ha destacado el evidente papel protagonista de los extremos. Porque si bien es cierto que los laterales han tenido cierto vuelo, la participación abierta de extremos ha sido muy marcada. Los cuatro utilizados por el técnico (Ansu Fati, Ferran Torres, Dani Olmo y Jesús Navas) responden a un perfil marcado de actividad exterior y atrevimiento en el desequilibrio. No es casualidad que de los 18 intentos de uno contra uno que ha acumulado la selección en estos 180 minutos, 11 hayan sido de los extremos. Como tampoco lo es que, cuatro de los cinco tantos conseguidos por España, hayan tenido incidencia directa (gol, penalti o asistencia) con la posición. Clara señal que Luis Enrique busca el desborde y la actividad por fuera como camino de ataque principal. Y dentro de este engranaje, un nombre propio ha brillado por encima del resto. El de Ansu Fati. Que impactó ya en la segunda parte ante Alemania y se exhibió literalmente ante Ucrania (un gol, un penalti provocado y seis disparos en el global).
4) Pau Torres se perfila como el relevo de Piqué
En lo que seguramente es la posición más incierta de todas, Luis Enrique ha apostado de entrada por Pau Torres como primera opción. Al menos en este primer grupeto de enfrentamientos. Y el joven central ha respondido a la confianza del entrenador. A su ya magnífico y habitual posicionamiento, le ha añadido sobriedad defensiva (80% de los duelos aéreos ganados ante Alemania), un buen entendimiento con Sergio Ramos y una excelente salida de balón (92% de fiabilidad ante Ucrania y 98% ante Alemania). Será interesante comprobar cuáles son las próximas intenciones del seleccionador, pero de momento Pau Torres es el primer situado para ser el relevo de Piqué.
5) La portería para De Gea y el timón para Thiago
Más allá del eje central, Luis Enrique sí ha despejado un par de dudas de manera rotunda. A diferencia de las rotaciones realizadas hasta la fecha en la portería, David De Gea ha disputado los 180 minutos en lo que es una indudable muestra de confianza. Del mismo modo en que Thiago es el elegido para tener el peso principal en la organización del combinado. También con el total de 180 minutos disputados y 234 intervenciones en los dos partidos (el que más), el jugador del Bayern está en un momento de forma espléndido, muestra de su madurez, que le ha convertido en los mejores mediocentros del mundo.