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David Villa: ''Es bueno que el delantero sea un poco egoísta''

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El delantero español, David Villa, brindó una amplia entrevista al Diario El País y no dudo en asegurar que ''en cualquier trabajo hay que ser egoísta". 

Villa recordó su gran momento con la selección de España que ganó el título Mundial en Sudáfrica 2010 . 

''En cualquier trabajo hay que ser egoísta. Yo tengo que entrar al campo pensando que tengo que marcar un gol. La gente que trabaja conmigo espera que yo marque. No espera que lo haga el lateral derecho. De él esperan que defienda bien al extremo izquierdo. En mi caso, necesito hacer gol en beneficio del equipo. Ser un poco egoísta, tener esa pizca de egoísmo es bueno'', dijo el artillero.

Aquí la entrevista completa

El máximo goleador de la historia de la selección, con 59 tantos, repasa su trayectoria en el Mundial de Sudáfrica, donde selló cinco tantos

El hombre gol por excelencia de la historia centenaria de la selección, 59 tantos en 98 partidos, tiene nombre, apellidos y apelativo de hombre de área. David Villa Sánchez, El Guaje, (Tuilla, Asturias; 38 años). Hace diez años no marcó el gol de Iniesta en la final del Mundial, pero firmó cinco sin los que nunca se podría explicar cómo y por qué la estrella luce en el pecho de La Roja.

Máximo goleador compartido del Campeonato —ya lo había sido de la Eurocopa 2008 con cuatro— junto a Forlán, Müller y Sneijder, vio puerta en cuatro de los siete partidos. No desdeña ninguno de ellos, pero valora especialmente los dos últimos “porque sirvieron para pasar ronda y los goles que más valen son los que dan la victoria”. Sin embargo, confiesa que el marcado a Chile desde más de 35 metros, escorado a la banda, al primer toque, tenía su dificultad.

El bingo tranquilizante

El segundo, también contra Honduras, otra vez con su pierna buena desde el semicírculo del área. Una contra rápida, un buen desmarque de apoyo pidiendo el balón reiteradamente a Navas atrás en lugar de al área. ¿Les tranquilizó del todo?

—Sí, así fue. Un movimiento mío hacia atrás, me quedé solo aunque estuviera fuera del área. Fue el gol de la tranquilidad. En partidos tan abiertos te pueden empatar en cualquier jugada, sin embargo, el marcar el segundo, supuso cerrar el choque.

La diana más difícil

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Su tercer tanto fue ante Chile, el primero del partido. Un golazo por la ejecución y por el significado.

—Al margen del gol y de la importancia del tanto, era un partido difícil para nosotros porque cualquier resultado que no fuera ganar nos mandaba a España. Chile salió muy fuerte. Era muy intenso el choque y ese tanto nos allanó el camino. Fue un gol muy complicado porque venía desde muy lejos el balón, pero la pude enganchar bien con la izquierda y marcarlo. Cuando vi salir a Bravo, meta chileno, y despejar el balón, intuí rápido que venía hacia mí. Me vino hacia la izquierda, la portería estaba vacía y no dudé en rematar con el interior.

El tanto de la paciencia

El cuarto llegó en octavos de final contra Portugal. Marcó con la diestra pisando el área pequeña, después de haber rematado con la zurda y aprovechar el rechace.

—Creo que fuimos superiores todo el partido, pero la realidad era que llegamos a la mitad de la segunda parte con el empate a cero. Se nos complican las cosas y fue un gol de lo que era la selección. De madurar el juego de un lado a otro, esperar a encontrar el hueco. Al final encontré el hueco en la izquierda. Es verdad que fallé el primer tiro, pero tuve la suerte de que me quedó el segundo y pude marcar en un momento importantísimo del encuentro.

El del momento loco

El quinto llegó contra Paraguay y supuso el pase a las semifinales. Momento cumbre. También con la diestra desde no lejos tampoco del punto fatídico.

—Otro partido complicado y en unos momentos locos. Un penalti que falla Paraguay porque para Iker, otro que falla España… Viene esa jugada de Iniesta con pase a Pedro. Yo pensaba que Pedro iba a marcar gol porque es un gran definidor. La verdad es que no esperaba el rechace, pero fui, acompañé, me cayó en los pies y pude definir al palo largo con un poco de intriga porque el balón dio en los dos postes y tardó en entrar. Nos dio la tranquilidad porque quedaba poco para acabar el partido.

La necesidad de marcar

Variedad absoluta en esos cinco plenos. Tanto en el pie del remate como en la ubicación. Su vida ha sido siempre el gol y defiende con orgullo el egoísmo que según él debe tener siempre el delantero.

—En cualquier trabajo hay que ser egoísta. Yo tengo que entrar al campo pensando que tengo que marcar un gol. La gente que trabaja conmigo espera que yo marque. No espera que lo haga el lateral derecho. De él esperan que defienda bien al extremo izquierdo. En mi caso, necesito hacer gol en beneficio del equipo. Ser un poco egoísta, tener esa pizca de egoísmo es bueno.

Embajador Iniesta

En las semifinales llega el gol de Puyol de cabeza y en la final el tanto de Iniesta que todos hubieran querido marcar, sobre todo Villa, el máximo goleador de la historia de la selección y al que le hubiera supuesto ser el máximo goleador en solitario del Mundial.

—Todos hubiéramos querido hacer ese gol, pero también es verdad que si hubiéramos hecho una encuesta sobre quién hubiéramos querido que marcara el gol del título, creo que todos hubiésemos dicho que Iniesta. Por lo que representa dentro y fuera del campo. Me hubiera gustado hacerlo a mí, pero fue perfecto que lo marcara él. Era como decir que esa generación ganaba por todo lo que había hecho, pero también por cómo lo ha hecho y en este sentido Andrés era uno de los mejores embajadores de este estilo de juego.

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Fuente: Diario El País