Los futbolistas del FC Barcelona han dicho no, de momento, a la rebaja salarial propuesta por el club azulgrana para el periodo de tiempo que dure el confinamiento por el coronavirus.
Josep Maria Bartomeu convocó una Junta directiva para el miércoles a mediodía que finalmente retrasó hasta jueves. Así, intentó ganar tiempo para convencer a los jugadores de que acepten una propuesta que, según diversas fuentes, es algo más benévola que la que se ha realizado con el resto de secciones. El ERTE, que tiene que proponer el mismo recorte para todas las secciones, dejaría sin el 70% de los sueldos a todos los equipos profesionales.
No obstante, Bartomeu podría ofrecer ciertas ‘compensaciones’ a los jugadores del primer equipo para que su rebaja no pasase del 50%, admitiendo la diferencia que hay entre las secciones en la generación de ingresos. Aun así, la respuesta de los capitanes a esa propuesta ha sido negativa. Cabe recordar que el Expediente de Regulación Temporal sólo está amparado por la legalidad mientras dure el estado de alarma.
Se multiplican las llamadas y las reuniones telemáticas entre directivos, ejecutivos y jugadores. Los capitanes del Barça también han sido instados por la AFE a mantenerse firmes en su postura. No obstante, el Barça tiene decidido aplicar, con el plácet de los jugadores o sin él, el ERTE mientras dure el confinamiento. Lo considera necesario para frenar el terrible impacto ue va a suponer la crisis. Y además, es legal.
No obstante, Bartomeu quiere hacer las cosas por las buenas y ha tratado de transmitir a los jugadores calma y la convicción de que en pocas semanas la situación habrá recuperado cierta normalidad y las competiciones, aunque sea con retraso, se reanudarán. Pero las explicaciones, de momento, no han convencido a los jugadores. Los capitanes transmitieron su no a los directivos, de manera que Bartomeu tendrá que encontrar soluciones o aplicar el ERTE de manera unilateral. Eso tendría un impacto negativo en la relación directiva-vestuario. De ahí las ganas de Bartomeu de arreglar amistosamente el conflicto. No es la única sección en la que el presidente del club azulgrana se está encontrando problemas. La fumata blanca con los jugadores de baloncesto también está siendo delicada.
La Junta directiva de hoy se antoja decisiva para saber si el club se mantiene firme en su postura o, si por el contrario, rebaja sus pretensiones para no entrar en un choque de trenes con un vestuario de cuyo poder no cabe duda. Ir a la guerra contra la caseta podría tener consecuencias deportivas si la temporada se reanuda, pero Bartomeu también confía en que los jugadores se hagan cargo de la apurada situación económica de un club que ha proyectado en 507 millones de euros el gasto en salarios de los 1047 presupuestados para la campaña 2019-20.
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