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Ronaldinho celebra su cumpleaños 40 con carne asada en prisión

Hace quince días Ronaldinho tomó un avión desde Brasil con destino Paraguay para presentar un programa de ayuda social a niños y niñas. Mientras hacía cola en el aeropuerto de Asunción junto a su hermano Roberto, poco podía imaginarse que el 21 de marzo, día en que cumpliría 40 años, la celebración sería privada de libertad y con el fútbol sala como regalo más preciado.

Los reclusos de módulo de la Agrupación Especializada prepararon un asado paraguayo en honor del crack. Fue un ágape modesto, pero que tenía la intención de subirle la moral a un alicaído Ronaldinho. Y el crack, que pasó buena parte del día de su cumpleaños encerrado en la celda que comparte con su hermanísimo, lo agradeció.

El viernes por la noche, en la víspera de su cumpleaños, sus compañeros habían preparado una previa, invitándole a cenar pescado (en este caso un dorado) a la parrilla. Al crack brasileño no se le vio precisamente muy animado según relata la dirección del centro penitenciario.

Como todo buen brasileño, con el futsal empezó el romance del exjugador del Barça y el balón, ya a muy temprana edad. En las pequeñas pistas de Porto Alegre aprendió a regatear en espacios reducidos y a desarrollar los trucos de magia que le convertirían en el mejor del mundo vistiendo de blaugrana. Ahora ha regresado a ese deporte para refugiarse de la etapa más oscura de su vida.

Jugaba tres horas al día en el patio del centro

En sus primeros días detenido ha jugado tres horas al día a fútbol sala en el patio del pabellón junto a otros 25 reclusos más, explicó el pasado jueves Blas Vera, director del centro. Sin embargo, con la propagación del coronavirus también se han visto obligados a limitar ese tiempo dedicado al ocio. Un divertimento del cual Ronaldinho gozaba prácticamente desde su llegada en la sede policial que funciona como cárcel, cuando le pidió unas botas a un policía para participar en su primer partido. Marcó cinco goles y repartió seis asistencias. El premio para su equipo fue un cerdo de 16 kilos. Varios equipos que participan en el torneo interno mostraron interés en reclutarlo, pero Ronaldinho no quiere comprometerse con nadie. Espera poder salir pronto de la cárcel por una situación que no acaba de comprender.

El gaucho también se entretenía con el fútbol por televisión hasta su paralización mundial. Según el mismo funcionario, estaba muy entusiasmado viendo los partidos de fútbol en Europa, como la eliminación del Liverpool a manos del Atlético de Madrid en la Champions. El jefe policial, que lo visita a diario como a los otros internos, destacó que ‘Ronnie’ “en ningún momento se quejó (de su situación) en la cárcel”. “Siempre dice que está bien, que no le falta nada, que está muy a gusto, y que los demás le tratan muy bien, sin inconvenientes”, explicó.

 

Ronaldinho trata de no perder la sonrisa en sus días más tristes. Se encuentra, junto a su hermano, en prisión preventiva por falsificación documental, a la espera de que se resuelva su causa judicial. Llegó a Paraguay con un pasaporte guaraní. Según su abogado, pensó que se trataba de un documento legal, “un regalo”, como cuando en su día fue nacionalizado español para no ocupar plaza de extracomunitario en el Barcelona. El delito está penado con hasta cinco años de prisión.

Sus abogados son los únicos que lo visitan en la actualidad, si bien dos exfutbolistas paraguayos como Carlos Gamarra y Nelson Cuevas fueron a verle antes del confinamiento. Hasta el momento hay más de una decena de imputados por una posible red que expide pasaportes y documentos falsos. Entre las personas imputadas está la empresaria Dalia López, que presidía la fundación benéfica que llevó a Ronaldinho a Paraguay. Actualmente se encuentra en paradero desconocido y sin querer declarar por miedo al coronavirus. López es diabética y sufre hipertensión.

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