Cuando Josep Guardiola se retiró como futbolista en Dorados en 2006 muchos se sorprendieron pero hoy, casi 14 años después, fue Sebastián Washington Abreu el que reveló cómo el catalán decidió ir a México para ponerle punto final a una carrera extraordinaria.
En una sección llamada Líbero Versus en TyC Sports, un programa de televisión de Argentina, el delantero uruguayo detalló cómo fue convivir con Pep: "Estamos en contacto, tenerlo de compañero fue lindo pero feo a la vez porque te dabas cuenta de que era un adelantado...".
"Yo pensaba ´¿cómo puede ser que antes de que le llegue la pelota ya tenga dos o tres opciones de pase?`. Y te sentías un burro porque nosotros estábamos esperando a que la controlara para marcarle el pase", expresó el Loco.
El estratega del equipo de Sinaloa en aquel momento era Juan Manuel Lillo, el mentor de Guardiola, y el charrúa funcionó como nexo en la charla entre ambos: "Uno de los recuerdos más vergonzosos fue cuando Lillo me dijo ´Seba, tienes que ayudarme a terminar de convencerlo para que venga´".
"Me dijo que le tenía que contar cómo era el club... En ese momento entrenábamos en un parque de diversiones de verano, de piscinas, y el vestuario nuestro eran quinchos de paja con sillitas de plástico al aire libre. Tenías que salir con toallas porque había familias con chicos...", señaló Abreu.
El atacante explicó cómo persuadió al ídolo de Barcelona por teléfono: "Le dije que en la ciudad había playa, que el Estadio estaba muy lindo y el grupo era muy bueno. Me preguntaba siempre por las instalaciones pero yo le repetía lo mismo, ya no sabía qué más decirle...".
"Y me dijo bueno, estoy con ganas, quiero disfrutar los últimos seis meses de mi carrera con Lillo, que fue mi mentor como entrenador, y refrescar algunos conceptos", completó la anécdota el ex América y Cruz Azul, entre otros.
En total fueron 10 partidos y 1 gol para el español en Culiacán luego de haber vestido los colores del conjunto culé, Brescia, Roma y Al-Ahli de Catar.