Mani Gamera, entrenador del Miembeni de Tanzania, celebró a lo grande el triunfo de su equipo ante el Jang’ombe, club que en el pasado dirigió y del que fue despedido.
El técnico, en plena euforia, no dudó en irse corriendo hacia los aficionados del equipo rival para hacerles gestos obscenos e incluso llegó a bajarse los pantalones delante de ellos para mostrar sus calzoncillos en un gesto que despertó la ira de sus exseguidores.
Por estos actos ha sido sancionado durante seis meses, además de castigado con una multa económica de 200 dólares después de sus celebraciones en la victoria por 1-0.