El Salvador tendrá un nuevo Estadio Nacional, que será donado por China, tal y como le ocurrió a Costa Rica años atrás. Sin embargo, algunos medios se preguntan "para qué un estadio de $100 millones".
El sitio El Salvador, puso como "ejemplo" a Costa Rica, asegurando que en el país existe un deterioro del recinto ubicado en La Sabana.
El artículo completo:
Un estadio de $100 millones, ¿para qué?
El Salvador con un enorme déficit en desarrollo humano y con grandes limitaciones económicas está obligado a priorizar y pensar menos en veleidades futbolísticas. ¡Primero atender prioridades! debería ser la consigna y en ese sentido conviene más contar con tres nuevos hospitales especializados.
Para desarrollar grandes convenciones y carnavales de diversa índole? ¿Para presentar conciertos de grupos musicales que atraen multitudes? ¿Para juegos internacionales a los que asisten unos cuantos pelones? ¿Para beneficiar al fútbol salvadoreño?
Nuestro país es pobre y carece de recursos para dar sostenibilidad a proyectos millonarios; a duras penas sale adelante con préstamos, asistencia extranjera y remesas y con no pocos sobresaltos. Y en cuanto a nuestro fútbol, es elemental, no está a la altura para esta clase de infraestructura, será como construir una catedral en el desierto. Basta señalar que pequeños países del Caribe nos han superado, futbolísticamente hablando, y eso sin tener estadios.
Un estadio moderno necesita de recursos para mantenerlo en condiciones de uso, y si esos recursos fallan, como es lo habitual en el medio criollo donde todo funciona en un marco de lipidia crónica, a la postre vendrá un deficiente mantenimiento, ausencia de piezas de recambio y materiales especializados, descuido para mantener la tecnología en sus diversos componentes y finalmente el deterioro, véase no más el ejemplo de Costa Rica.
Las soluciones puntuales y contrastantes no van a mejorar el fútbol porque ¿De qué sirve contar con un estadio moderno en la capital y tener a la vez numerosas canchas primitivas en el interior de la república, algunas con vocación de potreros? ¿Por qué no nos ayudan a replantear la totalidad de la estructura organizacional de los deportes con visión sistémica y pensamiento estratégico con metas concretas para el corto, mediano y largo plazo?Con esos cien millones de dólares en lugar del estadio se pueden construir tres hospitales especializados compactos de no más de 120 camas cada uno, dotados de una elevada dinámica en su funcionamiento destinados a tratar el trauma, enfermedades cardiovasculares y enfermedades oncológicas por ser éstas en conjunto la primera causa de muerte en los salvadoreños.
Otras prioridades son invertir en la infraestructura de las escuelas públicas llevándoles agua potable, servicios sanitarios decentes, pupitres y seguridad; modernizar de una buena vez el transporte público de pasajeros, sacando del sistema a las mafias que se preocupan más por el sórdido negocio que por la calidad del transporte y crear un servicio nacional de transporte público, como ocurre en países del Primer Mundo, administrado por gobiernos municipales o por un ente autónomo. Finalmente, ajustar y mejorar sustancialmente las actuales pensiones de hambre, producto de la rapiña de políticos hipócritas que ahora no se hacen cargo y reclaman lo que antes no hicieron.
Cualquiera de las inversiones anteriores favorecería a una mayor cantidad de salvadoreños, en cambio un nuevo estadio solamente tiene incidencia en un sector más limitado de la población. Construir nuevos estadios es más para países como México, Colombia, Perú, Chile, etc. que no solo disponen de un nivel futbolístico altamente desarrollado sino también poseen los suficientes recursos para mantenimiento, desarrollo, explotación y mejoramiento.
El Salvador con un enorme déficit en desarrollo humano y con grandes limitaciones económicas está obligado a priorizar y pensar menos en veleidades futbolísticas. ¡Primero atender prioridades! debería ser la consigna y en ese sentido conviene más contar con tres nuevos hospitales especializados que en conjunto por ejemplo reporten al año 45,000 egresos, 600,000 consultas especializadas, 60,000 procedimientos y 25,000 vidas salvadas que contar con un nuevo estadio que por ejemplo reporte al año haber presentado 230 espectáculos, incluyendo 120 juegos de fútbol entre regulares y mediocres que no alcanzaron a llenar la tercera parte de su capacitad.