El deporte pierde todo el sentido con actuaciones como las que se ha visto en el Costa de Marfil - Camerún. Los locales necesitaban un empate para clasificarse para la Copa de África, mientras que los visitantes ya estaban clasificados.
Camerún ya tenía el boleto a la Copa sin importar cuál fuera el resultado del duelo, mientras que a los marfileños con el empate les bastaba para llegar al torneo. Por ello, en el lapso final del encuentro, los marfileños se dedicaron a tocar una y otra vez el balón, sin adelantar líneas o siquiera meterle velocidad a los pases.
Por su parte, Camerún tampoco intentó presionar, dejó que los rivales tocaran el esférico y se dedicó a observar, a que pasara el tiempo y el árbitro se decidiera a pitar el final del encuentro.
Incluso el entrenador de Costa de Marfil, Hervé Renard, se levantó de la banca y se dirigió a los vestidores cuando el partido todavía no terminaba. El empate estaba sellado y todos acabaron contentos.
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