La noche del martes el equipo de River Plate perdió 1 a 0 ante Boca Juniors en la Bombonera, pero gracias al resultado del partido de ida (2-0) logró el pasaje a la final de la Copa Libertadores.
En el inicio del partido, el Xeneize logró incomodar a su eterno rival y hasta llegó a marcar un gol que luego fue anulado por una mano. Recién a los 80 minutos Jan Carlos Hurtado consiguió marcar el primer gol.
Sin embargo, esto no fue suficiente para el conjunto local que quedó eliminado del torneo continental.
Es el segundo año consecutivo que el Millonario elimina al Xeneize de la Libertadores. En 2018, River se consagró campeón del mismo torneo tras vencer a Boca en Madrid por 3 a 1 en una final histórica que estuvo cargada de tensión.
Las acciones
Boca utilizó su desesperación y la presión de la localía para desbordar a su rival desde el comienzo. A diferencia de la superioridad que había mostrado en el primer partido de la serie, esta vez River se mostró incómodo y sufrió más de lo previsto. Incluso Boca podría haberse puesto en ventaja si no fuera que Emanuel Mas, de manera involuntaria, tocó la pelota con la mano en una definición de Eduardo Salvio: el árbitro brasileño Wilton Sampaio anuló correctamente el gol.
Alimentado por la presencia de varios jugadores de ataque, entre ellos el veterano Carlos Tévez -que el lunes cumplió 18 años de su debut en Primera División-, Boca jugó a forzar su jugada favorita: las pelotas detenidas cerca del área de Franco Armani. El árbitro benefició en varios fallos al local aunque el arquero de River, bicampeón de América con su actual equipo en la edición pasada y con Atlético Nacional de Medellín en 2016, tuvo una extraordinaria reacción ante un mal rechazo de Enzo Pérez contra su arco.
Si Boca había estado cerca del gol en el primer tiempo -y en cierta forma lo había merecido, aún sin jugar especialmente bien-, en el complemento tardó más de lo esperado en ponerse en ventaja. A los 35 minutos del segundo tiempo, y después de la milésima jugada de pelota detenida, el venezolano Jan Carlos Hurtado marcó el 1-0 que finalmente sería insuficiente para su equipo. River, que cuando no sabe jugar sabe competir, sufrió sobre el final pero llegó a su tercera final de la Libertadores en los últimos cinco años. En Santiago, si es que la Conmebol no cambia la sede la final por la crisis social y política que atraviesa Chile, intentará su quinto título continental.
Independientemente del resultado, que el partido de vuelta haya terminado implica una noticia positiva: las últimas dos series en Copa Libertadores del superclásico argentino habían derivado en sendos desastres. En los octavos de final de 2015, hinchas de Boca agredieron con gas pimienta a futbolistas de River en plena Bombonera, por lo que el partido no pudo seguir. Ya en la final del año pasado, simpatizantes de River tiraron piedras a los jugadores de Boca que se trasladaban en autobús hacia el Monumental, escándalo tras el cual el partido decisivo se trasladó al estadio Santiago Bernabéu.
Alineaciones
Boca Juniors: Esteban Andrada; Marcelo Weigandt, Lisandro López, Carlos Izquierdoz, Emmanuel Mas, Eduardo Salvio, Iván Marcone, Agustín Almendra (m.61, Mauro Zárate), Alexis Mac Allister (m.81, Sebastián Villa), Carlos Tevez y Ramón 'Wanchope' Ábila (m.61, Jan Hurtado).
River Plate: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Javier Pinola, Lucas Martínez Quarta, Milton Casco (m.71, Paulo Díaz), Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Exequiel Palacios, Nicolás de la Cruz, Matías Suárez (m.81, Ignacio Scocco) y Rafael Borré (m.67, Lucas Pratto).
Gol: 1-0, m.80: Jan Hurtado.
Árbitro: el brasileño Wilson Sampaio amonestó a Mac Allister, Marcone y Tevez, de Boca Juniors, y a Enzo Pérez, Ignacio Fernández, Scocco, Martínez Quarta y Paulo Díaz, de River Plate.
Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores jugado en el estadio Alberto J. Armando 'La Bombonera', ante unos 48.000 espectadores.