Parece que el impacto de la goleada ante Bayern Múnich por la Champions League (7-2 en casa) tuvo eco en la Premier, pues este sábado un flojo y desdibujado Tottenham perdió 3-0 en su visita a Brighton en el partido que abrió la octava fecha de la liga inglesa.
No se sabe qué fue más doloroso para los hinchas de los Spurs: el error de Hugo Lloris, que permitió el 1-0 para el equipo de casa, o la lesión que derivó de ese error y que sacó al arquero francés del juego. De hecho, el campeón del mundo tuvo que ser trasladado a un centro asistencial por una luxación en su antebrazo.
Eso ocurrió en el minuto tres de juego, cuando Neal Maupay aprovechó el mal cálculo del guardameta, y desde ahí todo fue una pesadilla para los dirigidos por Mauricio Pochettino. Un mal momento con el tanto de Aaron Conolly para poner el 2-0, cuando ya atajaba Paulo Gazzaniga, y uno peor tras el remate impecable del mismo Conolly para el 3-0 en el 65’.
Brighton se aprovechó de la bajón anímico y empezó a tocar, y a tener la pelota y buscó el cuarto tanto, pero para fortuna de Tottenham falló en definición. Pochettino mandó a la cancha a Lucas Moura, el que lo había salvado en ocasiones anteriores, pero el brasileño se topó con la muralla de Mar Ryan, el arquero que tuvo dos atajadas extraordinarias.
Semana para el olvido de los Spurs, que aún no saben lo que es ganar lejos de su estadio en esta edición de la Premier y que de a poco van cediendo terreno, no solo en el torneo doméstico sino en la Champions League.