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El Real Madrid conquista al 'Messi oriental' para convertirlo en una mina de oro

EL JUGADOR ENTRENABA CON EL BARCELONA

El 'Messi japonés' del Real Madrid: Barcelona tenía a Takefusa Kubo en sus manos, pero lo dejó

Es un fichaje estratégico de mercado. Junto a su calidad indiscutible, que ha lucido con desparpajo en esta primera semana de la pretemporada madridista, la adquisición de Takefusa Kubo por el Real Madrid ha revolucionado el mercado japonés, ya de por sí bastante suculento económicamente para el club español

La casa blanca tiene en Japón uno de sus grandes epicentros del marketing y el «merchandising». La llegada del mediocampista multiplica al Kubo la previsión del aumento de ventas en un país de 129 millones de habitantes que posee una renta per cápita de, nada menos, 41.000 dólares, es decir, 38.000 euros.

El Real Madrid abre un filón que beneficia a ambas partes. Japón espera que Kubo se convierta en el primer futbolista del país que juegue en el Real Madrid, para abrir un sendero que debe suscitar un crecimiento y evolución de los jugadores en aquella nación. En el otro flanco, el español, el Real Madrid potencia su presencia económica, televisiva y mercantil en Japón, el estado más rico del área. El beneficio es mutuo y abre una mina por explotar.

Kubo va a jugar partidos de Copa con el primer equipo del Real Madrid para regar un campo que acaba de sembrarse. Y su rendimiento, esperanzador, puede hacer pensar en un salto más descomunal, deportiva y económicamente.

Real Madrid signed promising Japanese teenager Takefusa Kubo last month

El estreno de Kubo con el primer equipo potenciará esa atracción mercantil y futbolística. Y el chaval tiene, ahora mismo, un reto personal. El japonés está demostrando en la pretemporada su calidad y su máxima ambición es ganarse una cesión a un equipo de Primera.

El fichaje de Takefusa Kubo por el Real Madrid posee una importancia que trasciende al dinero, vino gratis, y al hecho de habérselo quitado al Barcelona, que lo intentaba recuperar tras ser sancionado por la FIFA al considerar que su captación de jugadores menores, entre ellos el japonés, era irregular. El «Messi oriental» como le llaman en Japón, tiene 18 años recién cumplidos y es un futbolista de gran potencial por su calidad de recursos, regate, pases, remate a gol y visión de juego. Zidane le quiere ver en directo para analizarle y profundizar en las virtudes que debe explotar aún más y en los defectos que ha de pulir. Cuenta con él.

La próxima campaña militará inicialmente en el Castilla y Raúl será el entrenador que le moldeará a diario para corregirle cosas y mejorar sus cualidades. Los dos mitos deben formar a un chaval que presenta unas condiciones excelentes. El club madrileño piensa que hay un buen centrocampista en esta apuesta.

Kubo jugó la última campaña en el Tokio, de la primera división japonesa. Disputó 16 partidos y anotó cinco goles. Firmó solo por media temporada, pues tenía muy claros sus objetivos de vida: nada más cumplir los 18 años, el pasado 4 de junio, podía irse a Europa a dar el salto definitivo a su carrera. Su contrato con el Tokyo finalizaba en pleno cumpleaños. En ese momento llegó el Real Madrid para ganarle la partida al Barcelona, que intentaba recuperarle, y conseguir al diamante en bruto japonés. ¿Cómo sucedió? En una sola reunión, su futuro cambió radicalmente.

Una copia del «caso Asensio»

Takefusa cambió de apoderado al obtener su libertad contractual y constató que la propuesta madridista le valoraba mucho más que la azulgrana. En Camp Barça le ofrecían una ficha de 250.000 euros. La casa blanca le ofreció un convenio por seis años, hasta 2025, con una ficha de dos millones brutos anuales, 1,2 millones netos por curso. Un salario de profesional de Primera. En una única cumbre con se formalizó todo. Takefusa se sintió valorado. Su caso se asemejaba en los condicionantes al vivido por Asensio.

Nada más ser mayor de edad, el 9 de junio de 2019, cinco días después de cumplir los 18 años, Kubo hizo su debut con la selección absoluta de Japón en un encuentro amistoso que ganó por 2-0 ante El Salvador. En este mes que ha transcurrido desde que dio un golpe de timón a su vida, el muchacho ha protagonizado cuatro encuentros con su selección A. Estuvo en la Copa América, donde mostró detalles de su clase, rodeado de diecisiete compañeros menores de veintitrés años que formarán, junto a él, la selección olímpica que tiene el gran objetivo nacional de conquistar la medalla de oro de fútbol para Japón en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

Es el gran reto de un país que está ilusionado con el fichaje de su estrella por el Real Madrid. Esta temporada debe progresar mucho a la vera de Zidane y de Raúl. El chaval espera ser el primer japonés que juegue en el club más famoso del mundo. Y no solo hacerlo exponencialmente, sino transformarse en un futbolista que haga historia. Cambiar el rumbo del fútbol japonés, ponerle en el foco mundial.

Creador de fútbol ofensivo, pretende adquirir mayor potencia y resistencia con la preparación del club blanco. Zinedine tiene previsto hacerle debutar con el Real Madrid en la Copa del Rey. Lo demás deberá ganárselo en el césped. Por trabajo no será. Kubo solo piensa en entrenar horas y horas, cuidarse y triunfar. Es la cultura futbolística de su tierra.

La ambiciosa meta que persigue Kubo desde hoy, cuando el Real Madrid empieza a trabajar, es ser observado en algunos partidos de la pretemporada madridista y ganarse la llamada de un equipo de Primera para foguearse al máximo nivel y saltar al Real Madrid al cabo de un año. Hajime Moriyasu, su seleccionador, espera ver esa progresión.

SU PASAPORTE

El 4 de junio, día clave. Takefusa Kubo cumplió 18 años y dejó el F. C. Tokyo para negociar, con la carta de libertad, su futuro. Había jugado 16 partidos y marcado cinco goles con el club japonés.

El 14 de junio firmó por el Real Madrid un contrato hasta 2025. Jugará en el filial y estará en la pretemporada con Zidane.

Se sintió mejor valorado. El Barcelona le ofrecía una ficha de 250.000 euros. El Madrid le ofreció 1,2 millones netos.