El Valencia estará en la final de las Copa del Rey del próximo 25 de mayo en el Benito Villamarín tras imponerse frente al Real Betis.
Los de Marcelino sufrieron ante la elevadísima posesión del Betis, pero no mostraron fragilidad atrás y cimentaron el pase a la final en la seguridad de sus cuatro defensas. Mestalla fue clave durante la noche, pues cuando peor lo pasaba el equipo alentó hasta la extenuación a los suyos.
Las caras eran muy largas en la grada durante el descanso. El pase a la final pendía de un hilo, la afición lo sabía y además los de Setién estaban siendo mejores.
Mejoró el Valencia en la segunda mitad, con un Betis que ahora sí se mostró menos preciso ante los nervios de ver correr el reloj en contra y una mejor presión rival, que trataba de ahora a los centrales béticos.
Fue Piccini, de pasado verdiblanco y criticado durante gran parte de la temporada, el que se inventó un autopase y posterior asistencia a Gameiro, que regaló el gol a Rodrigo Moreno, acercando de esa forma el objetivo a los de Marcelino.
A partir del tanto del hispano brasileño el Betis se fue con todo arriba, tratando de poner en jaque a la bien plantada defensa del Valencia. Un par de remates lamiendo la madera y una buena parada de Jaume impidieron a los de Setién acercarse en el marcador. Además, la entrada de Diakhaby por Gameiro dio aún si cabe más poderío defensivo a la retaguardia Che.
La semifinal fue poco a poco tocando su fin y será el Valencia el que esté en el Benito Villamarín en mayo, donde les espera el Barcelona.