Sadio Mané ha sido protagonista del duelo entre Senegal y Guinea Ecuatorial (1-0), pero no por su juego, sino por sus desconsoladas lágrimas tras el final del partido. El delantero del Liverpool no ha podido reprimir su llanto tras el pitido final y se ha desmoronado ante el asombro de sus compañeros.
La estrella de Senegal no ha tenido mucho acierto durante el partido. Mané se mostró fallón de cara a puerta y tuvo que escuchar los pitos de su afición, algo que le angustió.
Nada más finalizar el encuentro, Mané cayó desplomado al suelo y empezó a llorar. Sus compañeros alucinaron al ver que no eran lágrimas de alegría -por la victoria- sino lágrimas de amargura por los silbidos de la grada senegalesa, no satisfecha con el incontestable liderato de su grupo en la clasificación para la Copa de África ni con el rendimiento de su estrella.