Muchos nunca se olvidarán el debut de Benjamin Pavard en el Stuttgart. Llegó el 3 de octubre de 2016, pocos meses después de haberse unido desde Lille y en un momento en el que todos en el club todavía se estaban acostumbrando a la vida en la segunda división. Habían sido relegados de la Bundesliga la temporada anterior.
Estaban jugando contra el SpVgg Greuther Fürth en casa y no es exagerado decir que Benjamin tuvo un sueño de vida en Alemania. Ganaron 4-0 y, además de anotar el tercer gol, asistió el primero para Carlos Mané, con un pase increíble. Era el tipo de pase que esperabas ver de un jugador experimentado, no de un defensor joven, y mientras miraba desde las gradas, pensé que no había forma de que Benjamin fuera tan bueno. Estaba equivocado.
Benjamin ha sido una revelación en Stuttgart y es su técnica la que siempre se ha destacado. Es notablemente completo para un jugador de 22 años y una de las razones por las que se ganó una convocatoria para el equipo para la Copa Mundial de Francia. Esa decisión causó sorpresa, particularmente en Francia, pero para las personas que lo vieron actuar en Alemania, y especialmente a aquellos que han trabajado con él en Stuttgart, tuvo sentido. Ahora, después de su maravilloso gol contra Argentina, parece que finalmente Benjamin está consiguiendo el reconocimiento más amplio que merece.
Nunca antes se había visto a Benjamin golpear una pelota así, pero tampoco sorprendió: como indicábamos, tiene una técnica maravillosa. Francia estaba 2-1 abajo y bajo una increíble presión para volver al juego. Tendría sentido, por lo tanto, si Benjamin, al encontrarse al borde del área de Argentina, decidiera buscar a Kylian Mbappé u Olivier Giroud. En su lugar, confió en sí mismo para asumir toda la responsabilidad y ofrecer un disparo con potencia y dirección increíbles. ¿El mejor gol de la Copa del Mundo hasta el momento?
Nunca se había oído hablar de Benjamin antes de que el Stuttgart pusiera el foco en él, y mucho menos supiera qué tipo de jugador era. Pero alguien mencionó que estaba este joven defensor que estaba luchando por tener oportunidades en Lille.
Benjamin no perdió ni un solo segundo de acción cuando regresó a la Bundesliga la temporada pasada y fue una razón clave por la que su equipo acabó con la segunda mejor defensa de la Bundesliga, detrás del Bayern Munich. Fue brillante en el centro de la defensa y se convirtió en un recurrente después de la llegada de Tayfun Korkut como técnico en enero. Antes de eso, Benjamin también había jugado en el mediocampo por derecha y en la zona de recuperación debido a su versatilidad, pero Tayfun decidió que quería construir su defensa en torno a su mejor zaguero, y ese era Benjamin, alguien que no solo es bueno con la pelota sino también fuerte y disciplinado sin ella. La decisión demostró ser excelente.
Pavard es un tipo humilde pero también alguien que confía en su habilidad y sabe lo que se necesita para llegar a la cima, de ahí su decisión de dejar Francia y mudarse a la segunda división de Alemania. Fue una jugada arriesgada, pero que dio sus frutos y ahora, con 22 años, se está preparando para jugar un partido de cuartos de final de la Copa del Mundo.
Los cuartos de final del viernes contra Uruguay serán una verdadera prueba para Benjamín, no solo porque todavía está llegando a un acuerdo con jugar como lateral derecho en el nivel más alto, sino porque se enfrentará a dos delanteros de clase mundial como Luis Suárez y Edinson Cavani (si es que este se recupera).
Como se vio en la victoria contra Portugal, el plan de Uruguay es simple pero efectivo: ser fuerte en la retaguardia, trabajador en el centro del campo y llevar el balón a los dos hombres en ataque lo más rápido y con la mayor frecuencia posible. Eso tiene sentido dados los recursos que Óscar Tabárez tiene a su disposición.
