La selección peruana, aparte de haber sido una de las selecciones más vistosas de Rusia a pesar de que los resultados no fueron los mejores, destacó por su profundo vínculo con la espiritualidad y superstición.
Perú es uno de los grandes países que mantiene profunda relación con la creencia en lo sobrenatural. Y esa manera de afrontar la vida también perfuma al fútbol. La Bicolor buscó atraer la buena suerte con todas sus fuerzas en el Mundial de Rusia, y por ello, muchos de sus jugadores dejaron ver sus ritos supersticiosos.
Entre ellos, la práctica más curiosa viene de Christian Cueva. El mediapunta de Gareca, para llenar de "buena vibra" sus partidos, guarda un billete de diez dólares dentro de sus medias antes del inicio de cada encuentro. La superstición no le sirvió para acabar con fortuna su penalti ante Dinamarca, aunque sí para ganarse la posición de superstición más curiosa del Mundial.
Pedro Aquino, al igual que Cueva, también practica un rito curioso antes de salir a cada choque, y también guarda relación con sus medias. Aquino coloca con cuidado y cariño fotos de su hija Micaela detrás de cada una de sus medias.
Por su parte, Santamaría, una de las revelaciones de la blanquirroja peruana, es reconocido en el vestuario por un detalle que sorprende a sus compañeros. Cuando todos utilizan los minutos previos al encuentro para concentrarse en el vestuario, el central del Puebla de México sale a hablar con sus padres justo antes del inicio de cada partido. Para que le guíe su suerte.
