Croacia superó a Dinamarca por penales en un vibrante partido y jugará en los cuartos de final del Mundial ante Rusia, el anfitrión. Una de las jugadas más discutidas de este cruce por los octavos se dio cuando restaban apenas 5 minutos para que se completara el segundo tiempo suplementario.
Ante Rebic picó solo hacia el área, eludió al arquero y, cuando estaba por definir al gol, Mathias Jorgensen lo bajó desde atrás. El árbitro argentino Néstor Pitana cobró el penal y amonestó al danés. Correcta decisión.
Sin embargo, desde las redes sociales el nombre Pitana se convirtió en tendencia. ¿El motivo? Que muchos consideraron que la falta sobre el croata debió sancionarse con una roja directa.
¿Por qué Néstor Pitana acertó en no expulsar a Mathias Jorgensen?
En 2016, la regla sufrió un importante cambio en faltas de este tipo que antes eran rojas. Ahora, cuando el árbitro considera que la falta existió en diputa de la pelota y la misma ocurre dentro del área, la sanción es penal y amarilla para el futbolista infractor.
De lo contrario, si la falta hubiera sido por otra causa que no fuera en disputa de la pelota, ya sea sujeción, mano, empujón u otra infracción, sí debiera sancionarse con tarjeta roja directa.
En tanto, si la misma infracción se hubiera cometido fuera del área, aún en disputa de la pelota, sí se debe sancionar con tarjeta roja porque obstruye una ocasión manifiesta de gol. De esta manera, lo que se modificó fue la ley llamada "triple castigo", que estipulaba expulsión, penal y sanción.
En resumen, Néstor Pitana actuó bien porque consideró que fue falta en disputa de la pelota. El penal y la tarjeta amarilla estuvieron bien sancionadas. El VAR acompañó la apreciación del árbitro argentino.
