Dinamarca cayó ante Croacia, pero no fue por su portero. El equipo entrenado por Åge Hareide perdió en la tanda de penaltis frente a los croatas en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018. Pese a la derrota, Kasper Schmeichel se ha convertido en el héroe de su selección. Bajo la atenta mirada del legendario Peter Schmeichel, que celebró eufórico cada parada de su hijo, el portero danés detuvo tres penaltis a los jugadores de Zlatko Dalić.
Todo comenzó con una falta en el área de Mathias Jorgensen sobre Luka Modrić en el minuto 116 de la prórroga. El centrocampista del Real Madrid no logró batir Schmeichel, que forzó la tanda de penaltis.
Ya en plena lotería de penales, el guardameta del Leicester City de la Premier League sorprendió deteniendo el chute de Milan Badelj. Andrej Kramarić sí que consiguió engañar al cancerbero, que llegó a protestarle al árbitro la acción del delantero. Volvió Modrić y esta vez no falló, sumando el segundo para Croacia. Pero el portero de 31 años también logró atajar a Josip Pivarić. En el último momento, Nicolai Jørgensen falló su penalti, Ivan Rakitić transformó su gol en un billete para los cuartos de final del Mundial 2018. Dinamarca caía, pero con todos los honores. Y Peter Schmeichel, lo sabe.
