En octubre del 2012, Anita Elberse, profesora en la Facultad de Administración de Negocios de Harvard Business School, publicó un extenso artículo en la revista Harvard Business Review, analizando la figura de Sir Alexander “Alex” Chapman Ferguson.
Al técnico, los expertos en temas de fútbol consideran uno de los mejores entrenadores en la historia de este deporte, ya que lideró el cuerpo técnico del Manchester United durante 26 temporadas y alcanzó 48 títulos antes de retirarse, en mayo del 2013, luego de convertir al equipo de Old Trafford en uno de los más importantes de Europa. En su artículo, Elberse analiza el estilo de Ferguson y señala que el director técnico como líder se caracterizó por no perder el control ni dentro ni fuera de las canchas.
“Si el jugador violaba los estándares y normas establecidas, o se metía en líos, era sancionado; y si su actuación perjudicaba el desempeño del equipo, procuraba que abandonara el club, aunque fuese el mejor jugador”, le dijo Ferguson. Más que facilitarles habilidades técnicas, explica Elberse, él trataba de inspirarlos para que lucharan por ser mejores y no darse por vencidos nunca. Hoy, tras haber escrito cinco libros, entre los que figura “Managing My Life” (1999) y “Leading” (2013), se estima que ACF (Alexander Chapman Ferguson) Sports Promotion, empresa que lidera para administrar sus apariciones públicas, genera ingresos por más de seis millones de dólares cada año, producto de sus conferencias, libros y cátedras en Harvard.
Precisamente, en esta escuela de negocios, Ferguson encabeza –por lo menos hasta antes de haber entrado recientemente al área de cuidados intensivos de un hospital debido a un derrame cerebral– un programa dentro de la división Executive Education de la prestigiosa escuela. Gracias al artículo que escribió Elberse, así como al trabajo que hizo ella al identificar entre las enseñanzas del ex líder del Manchester una metodología replicable, Ferguson se desempeña desde el 2013 como docente en el curso Negocios de Entretenimiento, Medios y Deportes. Para Elberse, más que un entrenador, Ferguson ha sido un gestor del cambio, un líder que comprendió tempranamente que para triunfar no existía otra vía que el constante cambio.
8 LECCIONES DE FERGUSON SEGÚN HBS
Para Anita Elberse, existen ocho lecciones de liderazgo que Ferguson aplicó durante sus años como DT del Manchester United, que se pueden aplicar en el mundo de los negocios.
1. Comenzar con la base. Cuando Ferguson llegó al equipo, en 1986, buscó a sus potenciales fuera de la liga de mayores, principalmente aquellos con la edad promedio de nueve años, como David Beckham. Ferguson construyó desde abajo hacia arriba. A su entender, el trabajo en equipo surge con los años, gracias a la fluidez y continuidad, produciendo un vínculo que, a su vez, crea un espíritu.
2. Reconstruir tu equipo. Ferguson a menudo echó jugadores, incluidos aquellos que más apreciaba. Según Ferguson dejó ir a Beckham en 2003, luego de que su fama fuera del campo comenzara a eclipsar su carrera. El objetivo era evolucionar gradualmente, reemplazando a jugadores mayores con jugadores más jóvenes. Se trataba principalmente de refrescar el equipo, dejando a un lado las individualidades.
3. Establecer estándares altos. El director inglés dividió su labor técnica en dos partes. Por un lado, estaba el trabajo en el campo de juego, diseñando estrategias innovadoras para vencer a los rivales. Pero, por otro lado, dedicó gran parte de su tiempo al trabajo psicológico con los jugadores, preparando sus mentes para ser lo que él llamó “malos perdedores”, jugadores capaces de darlo todo en la cancha por ganar.
4. No ceder el control. A Ferguson no le temblaba la mano. Si los jugadores se metían en problemas, los despedía. En 2005, después de que el capitán Roy Keane criticara públicamente a sus compañeros de equipo, Ferguson dio por terminado su contrato. Al año siguiente, el máximo anotador del equipo, Ruud van Nistelrooy, mostró su disgusto por ser enviado a la banca y Ferguson lo vendió al Real Madrid.
5. Coherencia entre el mensaje y el momento. Ferguson buscaba los momentos más oportunos para hacerles notar sus defectos al equipo. A veces lo hacía en el medio tiempo, dependiendo de cómo iba el marcador, otras veces esperaba hasta el final del partido. Para este DT, el líder debe ser estratégico hasta en los momentos en los que se va a dirigir a las personas, para que el mensaje provoque el impacto que busca.
6. Prepararse para ganar. Su equipo era conocido por anotar goles a pocos minutos del final de los partidos. Según Ferguson, eso obedecía a una estrategia: faltando 15 minutos, aún si perdían, se arriesgaban más, sumando un atacante adicional y preocupándose menos por la defensa. Para él, si perdían, no iba a cambiar el marcador, pero, si ganaban creyendo estar derrotados, era como una doble victoria.
7. El poder de la observación. Desde que empezó como entrenador del equipo escocés East Stirlingshire, pasando por el St. Mirren y el FC Aberdeen, hasta llegar al Manchester United, Ferguson delegaba cada vez más las sesiones de entrenamiento a entrenadores asistentes, para observar cualquier “caída en el entusiasmo” de los jugadores. Para él, la capacidad de comprender a los jugadores es vital.
8. Nunca dejar de adaptarse. A medida que el juego cambiaba, Ferguson trajo un equipo de científicos deportivos. Puso puestos de vitamina D en el vestuario para compensar el clima sombrío de Manchester, usó chalecos equipados con sensores de GPS para analizar el rendimiento, contrató a un optometrista y un instructor de yoga y construyó una instalación médica en el campo de entrenamiento.
Hoy, a sus 76 años, el ex hombre fuerte de Old Trafford vive lejos de los campos de fútbol, pero sus lecciones han sido aprovechadas por otros directores técnicos, como el mismo Ricardo Gareca, quien afirmó en 2011 que le gustaría ser el “Ferguson de Liniers”, durante su paso por el equipo Vélez Sarsfield, cuyo estadio queda aún en el barrio de Liniers, en el extremo oeste de la ciudad de Buenos Aires, refiriéndose que le gustaría quedarse 25 años dirigiendo el equipo, tal como Ferguson en el Manchester. Pero, al mismo tiempo, gracias a sus cátedras, hombres de negocio han descubierto nuevos enfoques a la hora de dirigir a sus equipos.