En el Real Madrid aducen que el capitán nunca ingresó a la cancha
El defensor del Real Madrid Sergio Ramos, quien estaba sancionado por acumulación de amarillas y que veía el partido desde uno de los palcos del Bernabéu, no pudo aguantar más y bajo al túnel de vestuarios para seguir los últimos minutos desde allí. Su presencia y diálogos con jugadores y el entrenador de la Juventus, Massimiliano Allegri, pueden acarrearle una sanción.
Dependerá de si el árbitro inglés Michael Oliver o el delegado de la UEFA indican en el acta o en el informe, respectivamente, la presencia del central madridista donde no podía estar.
El código disciplinario de la UEFA ya sancionó a Xabi Alonso en Lisboa por saltar al campo en la final contra el Atlético de Madrid para celebrar un gol.
A Sergio Ramos la televisión le ha jugado una mala pasada al sacarle en varias ocasiones y en una de ellas hablar con el entrenador de la Juventus sobre el penalti a Lucas Vázquez.
Oliver, al acabar el partido, reflejó en el acta la presencia de Ramos en esta zona, una situación que puede ser muy perjudicial para el Madrid. Si el Comité de Ética y Control de Disciplina de la UEFA decide entrar de oficio, el central blanco puede ser sancionado con un partido.
Real Madrid se defiende
El Real Madrid confía en que el jugador no será sancionado y, según pudo saber el diario español El Confidencial, la directiva blanca se escuda en que el capitán en ningún momento pisó el césped ni trató de saltar al campo.
En el recuerdo hay un precedente peligroso para el conjunto madridista, como es la sanción a Xabi Alonso en 2014, cuando se encontraba en la grada por acumulación de tarjetas y saltó al campo para celebrar el gol de Gareth Bale en la final de la Champions ante el Atlético. Tras saltar la valla, esprintó en traje por la línea de banda para sumarse a la piña de su equipo, que se abrazaba en un córner tras el gol del galés. El Real Madrid entiende que hay claras diferencias en ambos casos.
La imagen de Xabi dio la vuelta al mundo y dio lugar a que la FIFA le castigara con un partido de sanción, que le impidió jugar la final de la Supercopa de Europa ante el Sevilla. Ahora, el conjunto blanco considera que las diferencias son evidentes, pues Ramos en ningún caso saltó al césped o intervino en el desarrollo normal del partido, sino que simplemente trató de dar apoyo a su equipo desde el túnel de vestuarios cuando pasaba por un momento complicado del partido.