El italiano Andrea Pirlo ya no es más un jugador de fútbol pero su calidad sigue estando intacta. Así lo demostró cumpliendo un reto casi imposible.
El reto consistía en patear el balón y hacer que este caiga dentro de una piscina. Pero la dificultad estaba en que debía hacerlo desde la azotea un quinto piso.
En los primeros intentos, Pirlo falló por unos cuantos metros pero en su último intento embocó el balón en la piscina.
Toda la gente que estaba presente enloqueció con lo sucedido y Pirlo, fiel a su estilo, tomó el hecho con humildad.