Los sobornos a los presidentes de las federaciones sudamericanas de fútbol fueron escondidos bajo nombres de marcas de autos, según declaró en el juicio que se sigue el ejecutivo Santiago Peña, que trabajaba en Full Play, la compañía de Hugo y Mariano Jinkis que tenía derechos de publicidad para las selecciones sudamericanas en Copas del Mundo y Copas América.
Peña dijo que mantuvo un registro de sobornos a presidentes de federaciones en una caja fuerte y que después entregó esa información a la fiscalía norteamericana. Los Jinkis le insistieron en 2013 que dejara de usar los iniciales de los sobornados y en vez de esto aplicó nombres falsos para esconder los pagos.
El paraguayo Napout era Honda, el boliviano Chávez era VW, al ecuatoriano Chiriboga se apodaba Toyota y al argentino Meiszner le decían Peugeot... entre otros
Los pagos al peruano Manuel Burga fueron escondidos bajo el nombre "Fiat". El dinero para el paraguayo Juan Ángel Napout fue anotado como "Honda". Según Peña, "VW" era el boliviano Carlos Chávez; "Toyota", el ecuatoriano Luis Chiriboga; "Kia", el chileno Sergio Jadue y "Peugeot", el argentino José Luis Meiszner, ex secretario general de la Conmebol.
El venezolano Rafael Esquivel fue apodado "Benz" y su libro de contabilidad incluía un pago por 750.000 dólares por "Q2022", un registro que parece estar relacionado con el voto del Comité Ejecutivo de la FIFA en 2010 que dio a Qatar los derechos para ser la sede de la Copa del Mundo de 2022.