Este fin de semana en el fútbol asiático se presentó una tarjeta amarilla que sin duda es la más rápida de la historia. Esta insólita situación se dio en el habitual saludo de los equipos con el cuarteto arbitral.
Resulta que en pleno saludo un jugador no quiso dar la mano al cuarto árbitro, quien molesto y sorprendido lo acusó de inmediato al juez central.
El árbitro principal, al escuchar lo que le decía su colega, decidió amonestar al jugador que incurrió en esa particular “falta”, provocando algunos reclamos.
Fuente: 24horas / ABC