El PSG se ha visto acosado durante muchos veranos por el Barcelona. Ahora el club galo es quien acosa a los catalanes
El miércoles Neymar viajó, junto al resto del plantel del Barcelona y su presidente Josep María Bartomeu, a Nueva York para comenzar una maratón de entrenamientos, partidos y actos institucionales.
Quizás en tierras americanas el brasileño por fin tome la decisión de hablar. Su silencio ante los rumores sobre su marcha al PSG ya resulta ensordecedor para el Barça, que intenta aplacar el ruido como puede, pero mientras no sea el propio jugador el que salga a tranquilizar al club y a la afición, existe la sensación de que el club azulgrana corre el peligro de quedarse sin una de sus estrellas.
Nota Diario el Confidencial:
El brasileño utiliza con asiduidad las redes sociales, por lo que le hubiera resultado facilísimo terminar con las especulaciones si quería. Y de raíz. Un solo mensaje suyo afirmando tajante que no se mueve del Barça y todos tranquilos, pero no. Ni habló ante los medios a su llegada a Barcelona, ni se ha pronunciado por su cuenta. En el club repiten que están tranquilos, que se quedará. “Puedo asegurarlo al 200%”, llegó a declarar el vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, pero pasan los días y ni siquiera han sido capaces de convencerle para que hable, como él quiera y donde quiera, pero que diga algo que cierre sin posibilidad de dejar una rendija a su salida al PSG.
Neymar renovó el pasado mes de octubre por el Barça hasta el 2021 y su cláusula de rescisión es de 222 millones de euros. La cifra es gigantesca, y más si se le suma el suculento contrato que sin duda le pagaría el club francés. El brasileño ya admitió contactos con el PSG hace un año, justo antes de renovar, y el equipo parisino necesita un jugador franquicia, una súper estrella, y no tiene precisamente problemas de liquidez. Además, su presidente, Nasser Al Khelaifi, está molesto con el Barcelona por lo que considera una nueva intromisión en sus asuntos, sus jugadores... Primero fue Marquinhos, después Thiago Silva y este verano Verratti ha apretado porque los culés habían llamado a su puerta. Al italiano, Al-Khelaifi le obligó a pedir perdón en un vídeo para el canal del club en cuanto pisó París, pero ahora no se puede descartar que Verratti entre en la operación para fichar a Neymar.
No tiene lazos irrompibles
Mientras, el padre de Neymar también calla, aunque son varios los medios de comunicación que afirman que la reunión con el PSG es inminente. El progenitor del futbolista ya cobró en su día 40 millones de euros del Barça por adelantado y es el responsable de que sea algo más que un jugador: una multinacional. Neymar no se formó en La Masia ni tiene lazos irrompibles con el club más allá del que marca su cláusula, que no es imposible de sortear para el PSG. Además, su sumisión al reinado de Messi desde que llegó ha sido una constante, pero en declaraciones a ‘goal.com’ ha afirmado que la pasada fue “mi mejor temporada en el club”, a pesar de que el equipo sólo ganara la Copa del Rey.
En el mismo portal, en una entrevista realizada vía correo electrónico con las preguntas enviadas hace una semana, el brasileño soltó el clásico “estoy muy feliz en el Barça” al que se agarran ahora como lapas los que no quieren creer que exista la posibilidad de que se marche. Pero él sigue mudo. Y su silencio alimenta las sospechas de que no todo está tan tranquilo como pretenden hacer ver desde la entidad catalana, que además da la sensación de no controlar la situación.
Hasta que Neymar no abra la boca el ruido seguirá creciendo a su alrededor. Y mira que es fácil hablar. Sólo él sabrá por qué no lo hace, pero en el Barcelona aún no han sido capaces de convencerle.
Fuente: Diario El Confidencial
Diario Sport: "Jugada a fuego lento del PSG"
Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG, estuvo el lunes en París reunido de urgencia con Antero Henrique, su secretario técnico, para abordar el tema Neymar. Fue un viaje relámpago pues por la mañana había estado en Rabat y por la noche volvió a viajar hasta Marruecos perfilando el desembarco de beIN Sports en el país árabe.
Al Khelaifi es presidente de beIN y del PSG al mismo tiempo pero el caso Neymar corresponde, como diría un directivo del Barcelona, al 200 por cien a Antero Henrique, quien asumió el cargo en el club parisino el pasado 2 de junio con la única idea de fichar para dar un salto de cualidad hasta la élite europea.
Mantener a Verratti, comprar a Alves (Juventus), fichar a Yuri Berchiche (Real Sociedad), limpiar a Ben Arfa, Jesé, Lucas y a Krychowiak son alguno de los movimientos efectuados en estas primeras semanas de mercado veraniego.
Y hay que fichar con un presupuesto que puede rondar los 200 millones de euros más las ventas. El intento de comprar a Mbappé ha fracasado. Kilyan aunaba calidad en ataque y con sangre francesa para el equipo.
Después de estos movimientos, el club parisino ha apuntado a Neymar, un jugador con el que ya negoció el pasado verano, con el que hay hilo directo y de quien conocían su incomodidad en el Barça.
La situación de Neymar y la de Mbappé es totalmente diferente. El primero tiene cláusula de rescisión, el segundo no tiene precio, el primero es más caro (220), el segundo era más barato (unos 140), el primero está más hecho y les permite dar un salto adelante y el segundo ha vivido su primera media temporada a un gran nivel. El primero es una realidad, el segundo todavía una promesa.
CONDICIONANTES
Fichar a Neymar tiene enormes complicaciones pero para el PSG también sus atractivos, y es allí donde se forja una jugada maestra. ¿Qué puede perder el PSG con el intento de fichar a Neymar?, ¿Qué consecuencias puede tener? El PSG, tal y como se desprende de los viajes de su presidente, está tranquilo con ruido generado. Incluso parece disfrutar porque ellos, pase lo que pase, van a ganar. Así lo entienden.
Aquí hay dos soluciones al caso Neymar: Que fiche por el PSG y que siga en el Barcelona. Si ocurre lo primero y Neymar compra su libertad a través de la cláusula de rescisión, el PSG se hará con un jugador que quiere desde hace tiempo, que está convencido de que le permitirá dar un salto adelante y con un jugador con una imagen internacional agradable, positiva, creativa, mágica, que beneficia al PSG. Además, es un jugador con margen de crecimiento y admitido por todos de que se trata de un futuro número 1. Estaban dispuestos a pagar 140 por Mbappé y están preparados a pagar 220 por Neymar.
La otra opción es que Neymar siga en el Barcelona. En este caso, el PSG no hará nada para acabar con la rumorología. También le va bien el ruido y le interesa alargarlo porque, de esta manera, pone presión al Barcelona y a su junta directiva que, según el propio PSG, se ha dedicado a torpedearles desde que Rosell asumiera la presidencia y con Bartomeu como continuador.
Este verano ha sido con Verratti, los dos anteriores fue con Marquinhos y los dos anteriores fue con Thiago Silva. Cada verano la misma canción. Y cada verano una renovación que ha tenido que asumir Nasser Al Khelaifi. Ahora, sin mediar palabra, sin agresiones verbales, sin convertirlo en un espectáculo dialéctico (“No vamos a resucitar el show de Neymar”, recuerdan que alguien de PSG lo dijo), es el momento de devolverle la pelota al Barcelona. Es el momento de meter presión, de incordiar con un interés que viene a torpedear la pretemporada del Barcelona y un verano especialmente rácano en fichajes y poco ilusionante para la afición.
Si se va Neymar, ¿cómo hará Barcelona para calmar a Messi?
Nota Diario Clarín Argentina
Neymar lo sabe. Su padre también. Nadie más. Sólo ellos tienen la respuesta a la bomba del verano: ¿estallará? En Brasil insisten que el astro aceptó que PSG pague los 222 millones de euros por su rescisión; en Barcelona, la prensa más cercana al club hace esfuerzos por asegurar que el crack seguirá vestido de azul y grana. Sin declaraciones oficiales, sin fuentes seguras. Allá Neymar (y su padre). ¿Y Messi?...¿Cómo le explicará el Barça que dejó ir o que no pudo impedir la ida de su amigo? Justo cuando el rosarino renovó hasta 2021.
Los recesos suelen alimentarse de rumores, fuegos de artificios, bijouterie y espejos de colores. Hasta que alguien pone la firma, aparecen los euros y la vida cambia. Messi hizo amistad sincera con Suárez y con Neymar afuera de la cancha y a la hora de jugar: un trío temible. Son los intocables del Barça, hasta ahora. ¿Tolerará Messi la partida de uno de sus socios y amigo? No hay manera de poner esa ausencia afectiva ni futbolística. ¿Qué delantero puede sustituir al brasileño? Si Neymar se va al PSG, el Barça estará en serios problemas futbolísticos. Como dijo Xavi, "están dormidos" al describir la falta de respuesta al envejecimiento natural del plantel y a la falta de jerarquía aportada por La Masía (la fuente creadora de juveniles). Tal como va, no estamos lejos del "Messi y diez más".
La simple especulación sobre la posible partida de Neymar abre una grieta en el Barça y un terremoto en el dominó del mercado europeo. La prensa anuncia, no sin razón, que si los catalanes pierden al brasileño irán por Paulo Dybala. Tiembla Juventus. Sabe que con 222 millones de euros puede revolucionarle el vestuario. ¿Es casual que desde Turín dejan saber que les interesa el alemán Thomas Müller? No parece casual que Pep Guardiola haya salido a confirmar que cuenta con el Kun Agüero para el próximo curso.
Y en el juego, casi perverso, de imaginarse que pasaría si...el PSG asumiría un nuevo desafío con la incorporación de un crack de las dimensiones de Neymar. Ya hay otros cinco brasileños en el grupo de Emery Unai, al que acaba de sumarse Dani Alves. Fue tan duro el fracaso del año pasado, con aquella vergonzante eliminación de la Champions en el Camp Nou, que necesita algo grande, muy grande, para borrar esa afrenta deportiva. Y en medio de la confusión, de la espera porque algo se concrete o se diluya definitivamente, Real Madrid muestra la dentadura perfecta de una sonrisa perfecta. Dejó ir a James Rodríguez y a Morata, pero conservó a Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale además de la base que sostiene todo: el liderazgo de Ramos, el fútbol de Modric y la calidad de Isco. Pregúntenle a Messi qué piensa de todo esto.