Los grandes traspasos que se vivieron a inicio de temporada en el fútbol de China, parecen ser cosa del pasado. Los impuestos dados a cada transacción y la reducción de jugadores extranjeros en los oncenos titulares, han cumplido su objetivo. La intención era evitar el gasto desmedido y que los protagonistas comenzaran a ser los jugadores locales y no los llegados de fuera.
Es por eso que ya no se escuchan las altas cifras de 30, 40, 50 y hasta 60 millones que se llevaron a cabo en enero. Esta vez, el paso más alto que se registró con Modeste, que sumando todas las variables que están incluidos en la transacción, se tasó en 6 millones de euros. Una cifra manejable y que parece muy razonable.
El impuesto que obliga a los equipos a aportar el 100% de una transacción al fondo para el desarrollo del fútbol de China, menguó las pretensiones de los equipos y han decidido ser más cautos a la hora de pensar en contratar a un determinado jugador.
Otro de los puntos que tiene que ver con la situación, es la fallida transacción de Tévez, por quien se pagó mucho dinero, pero que en términos de rendimiento no ha sido eficaz, también ha puesto a pensar a los directivos de clubes en las inversiones que se deben realizar, pensando en el futuro.
Sin duda, los nombres importantes se han dado en los banquillos: Fabio Capello, Roger Schmidt o Gregorio Manzano, fueron las incorporaciones más importantes que se hicieron en China.