El jugador sueco del Manchester United, Zlatan Ibrahimovic, fue el protagonista negativo de la jornada de la Premier League inglesa durante el partido que enfrentó a su equipo con el Bournemouth en Old Trafford. Primero recibió una dura falta y luego se vengó con un codazo.
En el tiempo de descuento de la primera mitad, Ibrahimovic se vio envuelto en una jugada polémica con el visitante Tyrone Mings, toda vez que este, tras una violenta entrada, acabó pisándole la cabeza de una forma quizá fortuita.
En la siguiente acción, Ibra se la devolvió, con un violento codazo en plena cara. El colegiado no sancionó a ninguno de ellos, pero en la acción acabó expulsado otro efectivo del Bournemouth, Andrew Surman, quizá por las protestas y con una doble amarilla.
Posteriormente, el propio Ibrahimovic perdonaría un penalti atajado por el portero Boruc, y el United no aprovecharía el hecho de jugar medio partido contra diez y se dejaría dos puntos al no poder pasar del empate a un tanto.