En la última fecha de la primera división del futbol francés se dio un hecho insólito. Cuando el futbolista Yannick Cahuazac, jugador del Bastia, se disponía a salir del campo de juego, fue accidentalmente golpeado por el cuarto árbitro con el tablero electrónico.
Ante ello, Cahuazac reaccionó bruscamente y le botó el tablero. En ese momento se jugaban 74 minutos y su equipo iba perdiendo 0-2 contra el Angers.
Tras una discusión, el juez principal decidió mostrarle la tarjeta roja a Cahuzac por su inexplicable reacción. Como el cambio ya se había realizado su compañero que ingresó de cambio no tuvo problema en seguir jugando.