Uno de los sobrevivientes de la tragedia de Chapecoense, el periodista Rafael Henzel, contó detalles estremecedores de los instantes previos al siniestro aéreo en el que murieron 71 personas.
"En ningún momento alguien de la cabina o la tripulación nos dijo: 'Ajústense los cinturones'. No avisaron lo que estaba por pasar. Seguimos volando sin tener la menor idea de lo que iba a suceder", reveló Henzel, que se recupera en el Hospital San Vicente de Rionegro.
Cuando ya faltaba poco para el final del vuelo –según el relato el periodista– los pasajeros preguntaron cuánto faltaba para el aterrizaje. La respuesta fue que faltaban diez minutos. Antes de eso se apagaron las luces, también los motores y el avión se estrelló en Cerro Gordo, Colombia.
Lo primero que hizo Rafael al poder abrir los ojos, entre el dolor y la conmoción, fue gritar. Llamó a sus colegas pero todos estaban muertos. "El momento más triste para mí fue cuando vi a mis colegas muertos a mi lado. Fue muy impactante", contó Henzel, quien viajaba en el asiento trasero y se le fracturaron siete costillas por el impacto.
Casi siete horas después de la caída, el recuerdo es difuso: "Pensé que era una película o un sueño y que luego iba a despertar. Comencé a observar que venía gente con algunas luces y empecé a gritar, a pedir socorro. Estaba atrapado con árboles entre mis piernas".
"Me impresiona que murió gente por un error de juicio, no por una falla mecánica. De un sujeto por una mala economía... Eso es repugnante", consideró Henzel sobre el accionar del piloto. La investigación indica que el avión se quedó sin combustible.
El médico de Chapecoense informó que los últimos exámenes muestran que su tórax está drenando el líquido, por lo que se está recuperando de la afección pulmonar.